Barbara Baynton
Estudios de lo salvaje
Traducción y posfacio de Pilar Adón
Impedimenta, 2018
Los seis relatos que componen este libro, independientes entre sí, tienen sin embargo muchas cosas en común: todos transcurren en el interior rural de Australia, en un entorno salvaje y desolado, de hombres embrutecidos en su lucha por la existencia en un territorio inhumano y hostil, y en todas, salvo en el titulado "Mano tullida", el personaje principal (o uno de los principales) es una mujer. Mujeres fuertes o mujeres que, sin serlo tanto, deben afrontar situaciones terribles.
-Llámale, Mary. ¡Me está comiendo! -imploró-. ¡Por Dios! ¡Llámale!
Pero la mujer llacía inmóvil, impasible.
-Dile que vaya tras ella. ¡Que la ataque a ella! -dijo, señalando con un dedo a la mujer que, guiada por un temor irracional, seguía corriendo como si toda la llanura condujera a su ansiada ciudad-. ¡Es culpa suya! -suplicó mientras saltaba al catre de su vieja compañera-. ¡Que vaya tras ella! -Pero cuando fue a tocarla, intentando despertar en la mujer algún tipo de compasión, los colmillos del perro se clavaron en su mano y tiraron de él hacia abajo con todas sus fuerzas.
Tratándose de una obra publicada originalmente en 1902 sorprende tanto las temáticas abordadas como el estilo de la autora, estilo y temáticas que bien pudieran compararse con novelas contemporáneas como Resurgir, de Margaret Atwood.
Destacan sobre todo los relatos que abren y cierran el libro, "La
soñadora" y "El instrumento elegido": magistralmente escritos, comunican
a dentelladas la angustia de sus protagonistas, enfrentándose en
solitario a situaciones de pesadilla.
La traductora del libro, Pilar Adón, firma también un informado e informador "Posfacio".
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