domingo, 1 de diciembre de 2013

La verdad sobre el caso Harry Quebert (y dos apuntes sobre Amazon)



Es uno de los libros más absorbentes, conmovedores y sorprendentes que he leído nunca.
No es una novela policíaca, aunque el descubrimiento en 2008 del cadáver de la joven Nola Kellergan, desaparecida en dramáticas circunstancias en agosto de 1975, sea el detonante de toda la historia.
No es una novela  romántica, aunque el amor (los amores) más profundos, desatados, entregados, sean un elemento esencial de la trama.
Es un libro sobre la amistad incondicional, es un libro sobre el oficio de escritor, es casi una etnografía sobre la vida de las pequeñas localidades rurbanas de la América profunda y sus cambios en las últimas tres décadas; es una tragedia griega, un relato sobre la formación del carácter, una acerada crítica a la industria editorial... Es todo eso, pero no se reduce a nada de eso.
Sólo tres personajes son lo que parecen: Marcus Goldman, el narrador-escritor de la historia; el sargento Perry Gahalowood, de la policía estatal de Concord, afroamericano, cuyo físico macizo y trato desabrido sostienen a un investigador tenaz y comprometido; y un tercer personaje cuyo nombre no desvelaré, para no incurrir en pecado de "spoiler".
Recomiendo totalmente su lectura.

El País Semanal publica hoy una amplia entrevista con su autor, el suizo Joël Dicker, hijo de una librera ginebrina y de un profesor de francés. Supongo que podrá leerse en la web en los próximos días.
Sí, se me olvidaba: La verdad sobre el caso Harry Quebert es una novela plenamente norteamericana escrita en francés por un suizo.
Por cierto, en la entrevista Dicker dice algo que a este librívoro le ha encantado:
No parece que el dinero sea una de las prioridades de este escritor naciente y creciente. Si no, que se lo digan a Amazon. El propio Dicker se negó a que su libro se vendiera en Francia mediante la tienda virtual. "Prefiero perder ese dinero a que los libreros se queden sin su parte. No me parece justo". Como tampoco lee en dispositivos electrónicos ni en teléfonos. "¡Por Dios! ¿No!, exclama medio escandalizado.

Y hablando de Amazon y de El País: este diario -una de cuyas dos líneas editoriales ha de helarte el corazón- le ha regalado hoy a la compañía de Bezos un publireportaje en su suplemento Negocios. ¿Qué esconde Amazon después del clic? Según el reportaje, tan sólo gestión digitalizada, control de calidad y contratación de trabajadores temporales para responder a los pedidos navideños. Bueno, y una cosa que llaman "responsabilidad de minimizar el impacto fiscal". Nada de lo que por otros lares se cuenta y se denuncia. ¿Periodismo de investigación?
Menos mal que siempre nos quedará El Roto.


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