Anteayer me acostaba alucinando con la historia trapacera de los falsos paralímpicos de Sidney 2000, y ayer la dosis diaria de cabreo me llegó con la noticia de la detención, en una nueva operación vinculada con el caso ERE, de un alto cargo de la Diputación de Sevilla, del secretario provincial de UGT de Cádiz, de los exsecretarios de Desarrollo Industrial y de la Federación de Industrias Textil-Piel, Químicas y Afines de CCOO en Andalucía, de dos sindicalistas de CCOO en Córdoba y de varios empresarios. No me satisface en absoluto el planteamiento al respecto del secretario general de UGT, Cándido Méndez, "Si ha habido algún error, lo reconocerán y lo corregirán", ha dicho, mostrando su confianza en "que, en general, las cosas se han hecho de manera correcta". En cuanto a la posición de CCOO, espero que esta no se quede sólo en lo dicho en abril, ya que a día de hoy resultaría absolutamente insuficiente.
Si: es urgente abrir un proceso (re)constituyente que airee y limpie el conjunto del sistema político español.
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