martes, 8 de marzo de 2011

8 de marzo

El momento de las mujeres es ahora, proclama Michelle Bachelet, ex presidenta de Chile y directora de la recién nacida agencia de Naciones Unidas especializada en la mujer.

Ahora, no sólo hoy. Ahora: hoy, ayer, mañana, siempre.
Ya va siendo hora.
Por ellas, por nosotros, por todas y todos.


(Silvio Rodríguez)


Me estremeció la mujer que empinaba a sus hijos
hacia la estrella de aquella otra madre mayor
y como los recogía del polvo teñido
para enterrarlos debajo de su corazón.
Me estremeció la mujer del poeta, el caudillo
siempre a la sombra y llenando un espacio vital.
Me estremeció la mujer que incendiaba los trillos
de la melena invencible de aquel alemán.
Me estremeció la muchacha hija de aquel feroz continente
que se marchó de su casa para otra, de toda la gente.
Me han estremecido un montón de mujeres
mujeres de fuego, mujeres de nieve.
Pero lo que me ha estremecido hasta perder casi el sentido
lo que a mi más me ha estremecido son tus ojitos, mi hija,son tus ojitos divinos.
Me estremeció la mujer que parió once hijos
en el tiempo de la harina y un kilo de pan
y los miró endurecerse mascando carijos.
Me estremeció porque era mi abuela, además.
Me estremecieron mujeres que la historia anotó entre laureles
y otras desconocidas, gigantes que no hay libro que las aguante.
Me han estremecido un montón de mujeres...

3 comentarios:

tcem dijo...

Gracias por el recuerdo, Imanol.
Es tiempo para la democracia y para la justicia, y por eso es tiempo de seguir reivindicando que no puede haber ciudadanos de primera y de segunda.
Mi recuerdo para las mujeres que lucharon en tiempos más difíciles y para las que todavía hoy lo hacen desde lugares menos privilegiados.
La igualdad es una cuestión que beneficia a toda la sociedad y por eso es imprescindible que toda la sociedad se comprometa.

Anónimo dijo...

gracias

Imanol dijo...

Mientras no logremos esa igualdad real seguiremos viviendo en una sociedad demediada.
Quienes vivimos en la parte más cómoda de esta sociedad patriarcal -los varones- tenemos la responsabilidad de hacer todo lo posible para que la lucha de las mujeres no se estrelle contra nuestra comodidad interesada.
Siempre lo he creído así; pero cuando miro a mi hija siento, además, la urgencia de construir YA esa otra sociedad posible, necesaria, deseable y rica.
Así que, también en nombre de mi hija, gracias a todas vosotras.