Mujeres embarazadas y niños de pocos años eran algunos de los viajeros que se arriesgaron a hacer esa peligrosa travesía. ¡Mujeres embarazadas y niños pequeños, casi bebés!
El recientemente fallecido Luis de Sebastián ha dejado escrito en su libro África, pecado de Europa, lo siguiente: "Un niño recién nacido que logra entrar en las Islas Canarias desde Sierra Leona en un cayuco, aumenta su esperanza de vida en cerca de 40 años". Se entiende que asuman ese riesgo.
Lo que no se entiende es que en Europa, en España, no tengamos en cuenta que emigrar es, por encima de todo, invertir en esperanza de vida. Pongamos esto por delante de cualquier otra consideración. Y luego, si tenemos que hacerlo, hablemos de cuotas, flujos, cupos, empleos, integraciones, mafias, controles, cooperaciones... Pero luego.
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