viernes, 4 de octubre de 2024

Un detalle menor

Adanía Shibli
Un detalle menor
Traducción de salvador peña Martín
Hoja de Lata, 2019

"En pocas palabras, de nada sirve que me sienta responsable de ella; es una figurante, y como tal quedará, sin que nadie llegue a oír su voz. Y habrá que decirlo una vez más: hay, en el tiempo presente, una medida de sufrimiento insoportable para el ser humano que lo afronta, de modo que no es preciso esforzarse por buscar más aún en el pasado. Sin embargo, apenas se extiende la oscuridad por los rincones de la casa, vuelven a asaltarme los aullidos del perro, que no me permiten pegar ojo hasta altas horas de la madrugada, cuando por fin me quedo dormida".


Esta novela se centra, efectivamente, en un episodio "menor" de la dramática historia palestina: la violación y asesinato de una joven palestina por un grupo de militares israelíes en 1948, en los primeros compases de la guerra árabe-israelí que supondrá al tiempo el surgimiento del nuevo Estado de Isarel y el inicio de la Nakba del pueblo palestino. Pero este hecho enterrado en las arenas del Néguev y sepultado por décadas de sufrimientos y violencias es convertido por Adanía Shibli en un símbolo de las múltiples injusticias sufridas por el pueblo palestino.

La historia se desarrolla a través de los ojos de otra mujer palestina, habitante de Ramala, en la Cisjordania ocupada, que investiga ese "detalle menor" ocurrido veinticinco años antes de su nacimiento, coincidencia (otro "detalle menor") que conecta férreamente aquel hecho pasado con el presente:

"De nuevo, un grupo de soldados hacen prisionera a una muchacha, la violan y la asesinan en la misma fecha del que fue, un cuarto de siglo más tarde, el día de mi nacimiento, ese detalle menor que los demás no pueden más que desdeñar, me acompañará ya para siempre muy a mi pesar y por más que quiera olvidarlo".

A medida que profundiza en el pasado, se enfrenta no solo a la brutalidad del evento, sino también a las repercusiones en la memoria colectiva y la identidad palestina. En su búsqueda de información atravesará controles militares, se verá obligada a recorrer kilómetros de más para sortear muros y barreras que delimitan el ocupado por los colonos israelíes de los pueblos palestinos, transitando por un espacio del que han sido borradas todas las huellas de las comunidades palestinas que lo habitaron:

"Miro en detalle la zona por la que discurre la autopista 1, que parece, según el mapa, poblada sobre todo por colonos. Las dos únicas localidades palestinas que aparecen son Abu Ghosh y Ein Rafa. Vuelvo a desplegar el mapa que representa Palestina antes de 1948, y la echo un vistazo, yendo de un nombre a otro de las numerosas localidades palestinas que fueron devastadas cuando sus pobladores se vieron obligados a desterrarse ese mismo año. Reconozco unas cuantas, lugar de origen de algunos de mis compañeros y conocidos, tales como Lifta, Alqástal, Ein Kárem, Almáliha, Alyura, Abu Shusha, Sarís, Innaba, Yamzu y Deir Tarif. Pero la mayoría de los nombres me resulta tan desconocida que acabo por sentirme desplazada. Jírbat Alumur, Bir Maín, Alborch, Jirbat Albuweira, Beit Shanna, Salbit, Alqubab, Alkanisa, Jarruba, Jírbat Zakaría, Albarria, Deir Abu Salama, Annaani, Yindás, Alhaditha, Abulfadl, Kasla y otras muchas. Vuelvo a mirar el mapa israelí. Una gran zona verde, que lleva el nombre de Parque canadá, cubre ahora la extensión donde un día estuvieron todas esas localidades".

De este modo, Adanía Shibli utiliza la investigación de la protagonista para abordar temas como el trauma, la resistencia y la importancia de recordar, resaltando cómo la violencia histórica sigue afectando a las generaciones presentes. Con una prosa intensa y poética, la autora crea un ambiente que refleja tanto el dolor como la resistencia. A través de la exploración de la memoria y la experiencia femenina en el contexto del conflicto, la novela se convierte en un poderoso testimonio de la lucha del pueblo palestino por la dignidad y la justicia.

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