Soy una de las cientos de personas que ayer subieron al Pagasarri. Soy una de las sosas: no llevaba, como sí lo hicieron otras muchas, gorrito de navidad, cuernos de reno, peluca, disfraz o espumillón. Yo fuí con mi ropa de monte comme il faut 😁 Pero pude compartir con todas ellas el privilegio de una preciosa mañana de montaña en un espacio natural que, por más que lo recorra, nunca me aburre. Como siempre me acerqué a saludar a Rafa, luego pasé por la cumbre, especialmente concurrida, y bajé hacia Pastorekorta y, después, por Arnotegi.
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