La nueva paradoja del género. Fragmentación y persistencia de lo binario
Traducción de Montserrat Asensio
Paidós, 2023
"Y este es el origen de la nueva paradoja del género. Por un lado, necesitamos que el binarismo de género persista si queremos combatir la desigualdad de género que produce, pero, al mismo tiempo, necesitamos fragmentarlo cada vez más hasta que, al final, desaparezca".
Judith Lorber (Brooklyn, 1931) es profesora emérita de Sociología y Estudios de la Mujer en la City University of New York, la universidad pública neoyorkina. A pesar de estar considerada una de las teóricas fundamentales de la construcción social de la diferencia de género y de su fecunda trayectoria de investigación desde los años setenta del siglo XX en el campo de los estudios de género este es su único libro publicado en español. Descubrirlo y, de su mano, descubrir a la autora, ha sido una maravillosa sorpresa para mí. Tanto que ya me he hecho con algunos otros de sus trabajos, que espero ir leyendo en los próximos meses: The Social Construction of Gender, editado junto con Susan A. Farrell (Sage, 1991), Paradoxes of Gender (Yale University Press, 1994), Gender Inequality: Feminist Theories and Politics (Roxbury Publishing, 2001), Gender and the Social Construction of Illness, con Lisa Jean Moore (AltaMira Press, 2002) y Gendered Bodies: Feminist Perspectives, también con Lisa Jean Moore (Roxbury Publishing Company, 2007).
Su planteamiento de partida es indiscutible: "Vivimos en un mundo completamente marcado por el género" y este marcaje y el privilegio patriarcal, que constituye su principal efecto, persiste a pesar del "aparente borrado de un binarismo de género rígido y de sus normas discriminatorias". Estas diferencias de género son construidas y sostenidas socialmente: el género se hace. A pesar de que la estructuración de las sociedades por género se combina con otras estratificaciones por etnia o clase, dando lugar a un "complejo de desigualdad interseccional", la desigualdad de género es la estructura de dominación y privilegio fundamental. De ahí que no se haya producido nunca nada parecido a "una revolución del género que haya intentado derribar la estructura social bigénero".
¿Es la multiplicación de las categorías de género la vía para superar el binarismo? Judith Lorber recoge algunas de las decenas de categorías que han irrumpido en los últimos años desbordando la vieja división binaria o, a lo más, ternaria: bigénero, agénero, género fluido, questioning queer, intersexual, mujer trans, hombre trans, aliagénero, neutrois, andrógino, demichica/demichico, genderfuck, intergénero, poligénero, pangénero... La autora considera que esta desidentificación con el binarismo es esencial para construir una identidad personal, pero dificulta la identificación colectiva y "entorpece la acción política coordinada" ya que entre las personas que combaten el binarismo (a las que denomina "rebeldes del género") se produce una ruptura esencial que impide el acuerdo: mientras que unas quieren erradicar por completo la categorización por género, otras aspiran a que se reconozca la existencia de más de dos géneros, incorporando aquella con la que se identifican.
Según el análisis de Lorber tanto la homosexualidad como el
transgenerismo o la bisexualidad orientada a mujeres y hombres
cisgénero, al igual que las nuevas masculinidades y "las hazañas de mujeres que a primera vista parecen cuestionar el binarismo de género"
(mujeres que consiguen situarse en campos históricamente reservados a
los hombres, como astronautas o militares de combate), en realidad no
hacen sino reforzar el binarismo. También lo hace la "teoría del punto de vista feminista" (Feminist Standpoint Theory).
Judith Lorber no cree que sea posible en la actualidad lograr un mundo sin género, pero sí considera necesario y factible construir un mundo sin desigualdad de género. Para lograrlo es preciso avanzar en su fragmentación siempre que el binarismo sustente prácticas discriminatorias (la Ley 4/2023, de 28 de febrero, para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI es un buen ejemplo de política de fragmentación igualitaria) pero, al mismo tiempo, será necesario actuar en el marco del binarismo para no dejar de ser conscientes de las formas en que el género sigue operando en nuestras sociedades. Esta es la nueva paradoja del género.
El estilo de Judith Lorber es esencialmente argumentativo, sin concesiones ni guiños ideológicos. Es un libro que hay que leer subrayando, tomando notas y volviendo en muchas ocasiones atrás para no perder el hilo de su discurso. Al menos así es como lo he tenido que leer yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario