viernes, 20 de agosto de 2021

Horas cruentas: La historia del libro inconcluso de Harper Lee

Casey Cep
Horas cruentas: La historia del libro inconcluso de Harper Lee
Traducción de María Alonso Seisdedos
Libros del K.O., 2020

"Por primera vez en tres décadas, le faltaba poquísimo para tener otro libro; no una idea para un libro, ni tampoco rumores sobre un libro, sino todos sus ingredientes: las pesquisas, la información, la trama, los personajes, incluso parte de la prosa. Pero seguía teniendo entre manos un Watchman que no sabía muy bien cómo transformar en un Mockingbird, y en su vida no había aparecido ningún otro Maurice Crain ni ninguna otra Tay Hohoff que la guiara. Es más, otro de sus nortes literarios estaba a punto de abandonarla: pronto se quedaría sin la verdadera razón que la llevó a intentar escribir un libro de crónica negra y una de las principales razones por las que un día empezó a escribir".


En 1960 Harper Lee publicó la novela To Kill a Mockingbird (Matar a un ruiseñor). Su éxito fue inmediato, siendo premiada con el Pulitzer, y adaptada para el cine con un éxito aun mayor. Fue su primera y última novela. En 1964 Harper Lee desapareció de la vida pública y llevó una existencia retirada practicamente hasta su fallecimiento el 19 de febrero de 2016, a los 89 años. Unos meses antes de su muerte, en medio de una agria polémica, la editorial Harper Collins publicó una novela inédita de Lee, titulada Go, Set a Watchman (Ve y pon un centinela); presentada como una suerte de secuela de Matar a un ruiseñor, en realidad se trataba del manuscrito a partir del cual, con la ayuda del editor Maurice Crain y la editora Tay Hohoff, surgió la gran obra de Lee.

Diecisiete años después de Matar a un ruiseñor, tras dos décadas huyendo de su éxito preguntándose si alguan vez sería capaz de escribir otro libro, Harper Lee se encontró con la extraordinaria y desasosegante historia del reverendo Willie Maxwell, un hombre negro sospechoso del asesinato de seis personas de su entorno familiar con el fin de hacerse con el dinero de sus seguros de vida, pero que ningún tribunal había podido probar. Un caso que Lee, que había colaborado estrechamente con su gran amigo Truman Capote en la recopilación de la información necesaria para escribir A sangre fría, veía como "el germen de un libro de crónica negra" al estilo del de Capote. Pero nunca lo hizo.

Horas cruentas es la historia de este fracaso. Para narrarlo, Casey Cep profundiza en el caso del reverendo Maxwell (toda una historia), en la biografía de Harper Lee y en los factores que la "condenaron" a pasar a la historia como la famosísima autora de una sola obra maestra. El libro es también un excelente análisis del sistema de segregación racial en el sur de los Estados Unidos, tanto en su fundamento económico como en sus derivadas políticas, algunas de cuyas manifestaciones llegan hasta la actualidad:
 
"Y así empezó la desafortunada era de [George] Wallace en la política de Alabama. Fueron años oscuros, abisales, en los que los políticos en cualquier nivel de la administración complacían a los votantes blancos, prometiéndoles el poder que nunca habían tenido a costa del que, les aseguraban, nunca tendrían los afroamericanos".
 
Este libro es una joya para quienes, como yo, nos reconocemos como Mockingbirdianos sin tapujos, pero también resultará de interés para cualquier lectora o lector con ganas de disfrutar de una historia de historias, de un libro de libros excelentemente escrito y profusamente documentado.

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