Hermanos migrantes
Traducción de Adalber Salas Hernández
Pre-Textos, 2020
"¡Hey! ¡Que las muertes masivas en el Mediterráneo nos descosan la mirada! ¡Que nos permitan distinguir las pequeñas muertes cotidianas, el desastre diseminado en la espuma de nuestros días, la catástrofe innominada cuya sombra molida pesa a fondo entre nosotros, con todo su imposible!".
Quizás sea hoy, precisamente hoy, estremecido por el atentado terrorista que ha provocado la muerte de tres personas en Niza, el mejor día para reseñar este pequeño libro. Nacido en Martinica, hijo del colonialismo, Patrick Chamoiseau construye un discurso ajeno al odio, alejado incluso de la exigencia decolonial, que tanto nos incomoda a las sociedades coloniales. Con un lenguaje apasionado, frente al mundialismo economicista, frente a los "muros en nuestras cabezas [que] nos imponen sus horizontes [y] nos vuelven ciegos a montones de perspectivas", defiende una mundialidad de la apertura, la acogida, la diversidad, de la bondad, la responsabilidad y la Humanidad:
"Pero, aunque muchos países pobres reciban, bien que mal, migraciones masivas, los estados nación de Europa prefieren decir a la vida que no podría pasar. Ellos, que tanto han migrado, que tantas fronteras han roto, que tanto han conquistado, dominado y que aún dominan, quieren mutilar en residencias miserias, terrores y pobrezas humanas. Pretenden que el mundo más allá de sus fronteras no tenga nada que ver con el mundo de adentro. Que no es producto de sus obras y que no tienen para con él deber alguno. [...] Aducen identidades amenazadas por hordas disolventes. Dicen que mantenerse fuera de alcance es la única respuesta posible [...].
¡Europa concebida como soledad en el mundo!
¡Europa amputada de su propia memoria, viéndose nacida de sí misma, alimentándose de sí misma, culminada en sí misma, sin necesidad de lo Humano...!".
Defensor de la Relación que nos constituye como personas, de las solidaridades que nos construyen como sociedades, de los servicios públicos que sostienen nuestra ciudadanía, nos regala al final una Declaración de los poetas cuyo decimotercero punto dice así:
Defensor de la Relación que nos constituye como personas, de las solidaridades que nos construyen como sociedades, de los servicios públicos que sostienen nuestra ciudadanía, nos regala al final una Declaración de los poetas cuyo decimotercero punto dice así:
"Los poetas declaran que el Mediterráneo es, a partir de ahora, el Lugar de un homenaje a quienes han muerto en él, que alce al pie de sus costas un arco celebratorio, abierto a los vientos y abierto a las más ínfimas luces, que deletree todas las letras de la palabra ACOGIDA, en todas las lenguas, en todos los cantos, y que esta palabra constituya sin cambio alguno la ética del vivir-mundo".
Que así sea.
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