miércoles, 29 de abril de 2020

Mao II

Don DeLillo
Mao II
Traducción de Gian Castelli
Seix Barral, 2008

"El futuro pertenece a las masas".

[I] Una multitud se agrupa en un campo de béisbol. No solo están llenas las gradas: el campo se ha llenado de largas columnas de parejas, cientas de ellas, cada una formada por una mujer y un hombre igualmente vestidos de blanco (ellas) y de azul (ellos). Seis mil quinientas parejas. Suena la banda nupcial de Mendelssohn y empieza la ceremonia: es una boda colectiva oficiada por el reverendo Moon, fundador y líder supremo de la Iglesia de la Unificación. Entre las contrayentes está Karen Janney, dispuesta a unirse hasta la eternidad con Kim Jo Pak, a quien ni siquiera conoce, pero que ha sido seleccionado para ella por el Maestro Moon:

"Aguarda su turno para desfilar frente al Maestro y le contempla a través del ojo individual de la multitud,, inseparable de su propio aparato de visión pero dotado de mayor agudeza, capaz de percibir con más profundidad. Se siente intacta, iluminada de bienestar. Todos sienten lo mismo, jóvenes procedentes de cincuenta países, inmunizados contra el lenguaje de su individualidad. Olvidan quiénes son bajo sus vestiduras, dejan atrás sus pequeñas desdichas y miserias corporales [...]. Todo ha sido olvidado. Permanecen allí y cantan, fortificados por la sangre de su número".

[II] Scott Martineau deambula por Nueva York. Se detiene especialmente en las librerías: "Era joven, de aficiones sagaces; sabía que había libros que quería leer y otros que tenía que poseer como fuese, esos que parecen guiñarnos de un modo especial, que resultan extraños u osados, como una carga de calor que impregna el aire que los rodea. [...] A veces las librerías llegaban a marearle ligeramente".

También visita una exposición con la obra de Warhol. Se detiene ante una pieza titulada Multitud. Finaliza la visita en una sala repleta de imágenes del presidente Mao.

Scott gusta especialmente de buscar y encontrar las obras de un autor en particular, Bill Gray, para quien trabaja. De hecho, Scott está en Nueva York para recoger a Brita Nilsson, una fotógrafa especializada en retratos de escritoras y escritores, para quien Bill Gray ha aceptado posar. Lo que resulta tan extraordinario para Brita como molesto para Scott: "¿Cuánto hace que nadie le fotografía? Siglos, diría yo". El viaje hasta el lugar donde vive y trabaja Bill está expresamente planificado para que Brita no sea capaz de ubicarlo:

"Scott enfiló hacia el Norte, a loslargo del Hudson, atravesando el puente de Beacon en dirección al crepúsculo y las carreteras secundarias, tomando brevemente la autopista de circunvalación e internándose luego en laberintos de calzadas de doble sentido, horas y horas a través de la noche, el paisaje reducido  a o que iluminan los faros [...].
-Me siento como si me llevaran a entrevistar al cabecilla de un grupo terrorista en su refugio secreto de las montañas.
-Dígaselo a Bill. Le encantará -dijo Scott".


[III] Bill Gray es un escritor de culto, a pesar de haber publicado solo dos novelas. Dos obras ampliamente traducidas, leídas, reeditadas, objeto de numerosos ensayos y estudios académicos. Desde hace años vive al margen de la sociedad, en una cabaña aislada. No puedo dejar de ver en él a Salinger. Ha seguido trabajando, tiene borradores, notas de trabajo, y una novela prácticamente terminada. Su editor, Charles Everson, le urge a publicarla, pero Bill no parece dispuesto a ello: "Cuantos más libros publican, más nos debilitamos nosotros. La fuerza secreta que impulsa a la industria es esa compulsión por volver a los escritores inofensivos".

Con Bill y Scott convive Karen. Sí, esa Karen. La primera noche que Brita pasa en la cabaña Karen enciende la televisión para ver las noticias, sin volumen, solo la imagen:

"Al principio tan sólo ve hombres y muchachos, una enorme masa masculina, un océano de cuerpos apretados unos contra otros. A continuación, una muche dumbre, miles de personas que llenan la pantalla. Parece desplazarse a cámara lenta, pero sabe que no es así. Está filmado en tiempo real, con cuerpos que se oprimen y empujan como agitados por la cresta de las olas, varios brazos elevados sobre las cabezas de la multitud. Algunos cuerpos presentan extraños ángulos. [...] Ve a la multitud impulsada contra la verja y a los que, espantosamente retorcidos, están en contacto con ella".

Puede tratarse de las tragedias en los estadios de fútbol de Heysel o de Hillsborough.

[IV] Brita y Bill conversan mientras realiza sus fotografías. Sobre Nueva York y el World Trade Center: "El tamaño resulta letal [...] Gente enferma y agonizante sin ningún sitio adonde ir, y cada vez torre más y más grandes, edificios fantásticos con miles de metros cuadrados de espacio para alquilar". Sobre el terrorismo: "Sí, viajo. Lo que significa que hay ciertos días en los que no hay momento en que no piense en el terrorismo. Nos tienen en su poder". Sobre la relación entre escritores y terroristas: "Hace años, solía pensar que un novelista poseía la capacidad de alterar la vida interior de la cultura. Ahora, ese territorio está usurpado por los pistoleros y por los que construyen las bombas. Son ellos quienes someten la conciencia humana a sus ataques, es decir, lo que hacíamos los escritores antes de vernos unidos a ellos".

[V] Charles, el editor, consigue que Bill salga de su aislamiento y lo visite en Nueva York. Tiene que hacerle una sorprendente propuesta. Un grupo terrorista ha secuestrado en Beiru a un joven suizo empleado de Naciones Unidas, encargado de investigar la situación sanitaria de los campos de refugiados palestinos; al comentar a sus secuestradores que también es poeta, estos contactan con la editorial para la que trabaja Charles, y comunican su disposición a liberarlo si un escritor conocido realiza en Londres una conferencia de prensa hablando sobre el poeta-cooperante cautivo:

"Puedo conseguir cualquier escritor que desee. Pero quiero a Bill Gray. [...] Tu nombre despierta una sensación de emoción, lo que nos ayudará a hacer de esto un acontecimiento señalado; obligará a la gente a hablar de ello y a seguir pensando en ello mucho después de que se haya desvanecido el recuerdo de los discursos. Quiero que un escritor ausente se encargue de leer la obra de otro. Quiero al famoso novelista evocando el sufrimiento del poeta desconocido. Quiero al escritor inglés leyendo en francés y al hombre de más edad dirigiéndose a su joven colega a través de la noche. ¿No te das cuenta del maravilloso equilibrio que encierra?".

Bill acepta, pero la situación se complicará...

[VI] Karen se aloja en el apartamento de Brita y callejea por Nueva York, sobre todo de noche, mezclándose con las personas pobres que se juntan en parques y plazas. También revisa los libros de fotografías que dominan la biblioteca de la fotógrafa: "Escudriñaba las extremidades de africanos famélicos. Los hambrientos se hallaban por todas partes [...]. Multitudes delirantes moviñendose como un torbellino bajo enormes representaciones de hombres sagrados". Una noche, Karen y Brita ven en la televisión la noticia de la muerte del ayatolá Jomeini: "El cuerpo del ayatolá Ruholá Jomeiny tendido en una urna de cristal dispuesta sobre una plataforma entre una muchedumbre cuyo contorno se extendía a varios kilómetros de distancia. [...] La voz decía, Multitud estimada, y la imagen mostraba la muchedumbre de rostros dolientes".

[VII] Brita acude a Beirut enviada por una revista para fotografiar a un líder local, Abu Rashid, en medio de la guerra civil que destrozó el Libano durante quince años. Cuando le pregunta el motivo por el que sus jóvenes seguidores llevan su fotografía prendida en sus camisas, Rashid responde: "Les proporciona una perspectiva que aceptarán y obedecerán. Estos muchachos necesitan una identidad externa al estrecho ámbito de quiénes son y de dónde vienen. Algo completamente independiente de las inútiles vidas olvidadas de sus padres y sus abuelos".

[VIII] ¿Qué cuál es el argumento de este libro? Se trata de Don DeLillo. Un libro que es un laberinto de espejos en el que cada lectora y cada lector se perderá y se encontrará en momentos distintos. Inquietante y adictivo.

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