Ayer subí a la Peña Mayor de Velilla con Garbi y Ander. Es una travesía que me gusta hacer todos los años, pero que ellos no conocían. Partiendo de la denominada Ciudad del Brezo -antiguo poblado donde vivían los trabajadores que construyeron la presa de Compuerto y ahora convertido en un agradable resort- se asciende drectamente hasta la cumbre por terreno calizo, siguiendo al principio las antiguas vías del funicular que transportaba la piedra extraida de la cantera de Peña Mayor, pasando por los restos del poblado donde vivían los mineros y subiendo sucesivas rampas de piedra hasta la cima.
Infografía procedente de la excelente guía de David Villegas y Vidal Rioja Ascensiones en la Montaña Plentina, accesible digitalmente gracias a la iniciativa de la Diputación de Palencia.
Cumbre de la Peña Mayor de Velilla (1.869 m.).
Panorámica desde la cumbre: Espigüete hasta Curavacas.
Siguiendo el cresterío se llega a la Peña Mayor de Guardo.
El descenso, hastia el largo valle que lleva hasta la Sierra del Brezo se realiza desde el collado que separa las dos Peñas Mayores. No hay camino claro, hay que elegir los mejores pasos por una bajada al principio muy empinada y por terreno suelto, aunque sin mayor riesgo que el de dar un resbalón.
Antes de legar al valle, cuando la penidente se suaviza, varios senderos de animales nos permiten ladear la montaña en dirección al Collado del Pinar.
Collado del Pinar
Peña Mayor, desde el collado.
En el descenso el paisaje cambia completamente. Cambiamos el terreno calizo por un bosque donde se entremezclan grandes pinos, robles y hayas.
Una preciosa ruta para hacer en no más de tres horas.
Había que llegar pronto al pueblo, ya que era el día de la paellada popular. Ya se ha convertido en tradición juntarnos tras las fiestas y degustar una excelente paella elaborada por Danel, del Hostal Restaurante El Abuelo, a la sombra de las olmas que dan identidad a Camporredondo.
Un dia redondo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario