domingo, 15 de junio de 2014

La transformación de las cajas de ahorros en fundaciones bancarias: intentando aclarar(me)

En marzo de 2012 fui elegido miembro de la Asamblea General de BBK dentro del grupo de "personas impositoras", en la lista de Comisiones Obreras. En noviembre de 2012, dentro del mismo grupo y lista,  fui elegido miembro del Consejo de Administración de la entidad. Este órgano está constituido por 15 personas, de las cuales 9 son del PNV, 3 de CCOO y 2 del PSE, y una más en representación de "intereses colectivos", en realidad organizaciones del tercer sector. La correlación de fuerzas es bien clara. 
Desde la primera reunión nos hemos encontrado con un proceso de transformación de las cajas de ahorros en fundaciones bancarias en marcha; un proceso polémico, incierto y confuso, que culminará en las próximas semanas. Culminará el proceso, pero no terminará la polémica. Y, sobre todo, se abrirá un nuevo periodo en el que, si tienen razón quienes lo impulsan o al menos lo gestionan, se garantizará -de otra forma- la actual obra social de las cajas y su arraigo local, o, si quienes aciertan son quienes critican este proceso, se convertirán en unos bancos privados más.
Con el ánimo fundamental de aclararme yo mismo, escribo lo siguiente. Como la cuestión es más que compleja, y dado que bastantes de las cosas que diga serán matizables o incluso incorrectas, pues eso: a hablarlo.

[1] No podemos explicar lo que ha ocurrido si no tenemos en cuenta la Ley 26/2013, de 27 de diciembre, de cajas de ahorros y fundaciones bancarias. En su "Preámbulo" se dice lo siguiente:
"Durante los últimos años ha sido necesaria una profunda intervención de los poderes públicos para acometer el saneamiento y reestructuración de buena parte de las cajas de ahorros, cuya situación financiera ha llegado a comprometer muy gravemente el conjunto de la estabilidad financiera en España. Las dificultades para garantizar la viabilidad de ciertas cajas de ahorros y sus debilidades estructurales para reforzar autónomamente su solvencia, han exigido un esfuerzo extraordinario de la sociedad española que ha incluido la solicitud de asistencia financiera externa a los socios del Eurogrupo y la nacionalización de aquellas cajas de ahorros que se encontraban en mayores dificultades de solvencia. Realizado este esfuerzo, procede aprobar ahora una ley que recoja, con vocación de estabilidad y en un único texto, el régimen jurídico futuro de las cajas de ahorros. Un nuevo régimen que venga a conjugar los valores clásicos de las cajas de ahorros ya referidos, carácter social y arraigo territorial, con las lecciones que los históricos acontecimientos recientes han puesto de manifiesto".
El ministro De Guindos remachaba este principio de desconfianza hacia las cajas en el debate de la ley en el Pleno del Congreso: "La situación de las cajas de ahorros no puede volver a comprometer, como ocurrió, la estabilidad de todo el sistema financiero".

Ciertamente, el alejamiento de las cajas de ahorros de su modelo tradicional parece evidente, y ha sido bien analizado por Víctor Pérez-Díaz y Juan Carlos Rodríguez. Esta transformación tiene que ver con la agudización de un proceso general de desregulación y neoliberalización que ha "obligado" a las cajas (lo digo entre comillas, pues supongo que muchos gestores de cajas habrán aplaudido con las orejas esta obligación) a actuar cada vez más con una lógica bancaria, por mor de la competitividad:
"Durante los últimos 20 años el sistema financiero español se ha visto sujeto a un agudo proceso de transformación, una de cuyas expresiones más evidentes ha sido la tendencia hacia la liberalización y la desregulación de los mercados. Uno de los sectores más afectados por este proceso desregulador ha sido, sin duda, el sector bancario. En el mismo destaca el papel jugado por uno de sus principales pilares institucionales, las cajas de ahorros, ya que la necesidad de adaptación a un entorno cada vez más competitivo, junto con la existencia de una demanda más exigente y sofisticada, ha llevado a estas entidades a adoptar un papel dinámico en la industria bancaria". [Julián González Pascual y José Pedro González González, Las cajas de ahorros en el sistema financiero español].

¿Y dónde se podía hacer negocio prestando dinero? ¡Bingo! En la construcción. Según algunas fuentes, el crédito de las cajas al sector inmobiliario pasa de un 21% de su crédito total al sector empresarial en 2002, al 41’8% en 2007, un porcentaje muy por encima de los de la banca privada. El resto es bien conocido: una catástrofe que ha costado 100.000 millones de euros en ayudas públicas.



De ahí que haya quienes señalan que no habría que hablar de "rescate bancario", ya que no han sido los bancos privados sino las cajas de ahorros las que han debido ser rescatadas con dinero público. No lo sé, me pierdo. No tengo bonos ni acciones ni participaciones, sólo una nómina y una cuenta corriente, y sinceramente me pierdo.Pero por lo que he leído la banca privada no lo ha hecho mejor, en absoluto. Todos los pecados de imprevisión, codicia o descontrol que hayan podido cometer las cajas (mejor, algunas cajas) los han multiplicado los bancos. No sé si en el caso concreto de España, pero sí en Estados Unidos y en la eurozona, según el análisis de Mark Blyth en su libro Austeridad::
"El actual desbarajuste no se debe a una crisis de la deuda soberana provocada por que alguien haya incurrido en unos gastos excesivos, salvo en el caso de los griegos, que sí lo hicieron. En todos los demás
países, el problema son los bancos, cuya responsabilidad ha de ser asumida por los soberanos, especialmente en la eurozona. El solo hecho de que se haya dado en denominarla una «crisis de la deuda
soberana» sugiere ya que se ha venido a poner en marcha un interesantísimo caso político de «tácticas engañosas». [...] El coste derivado del rescate, la recapitalización y el empleo de otros medios para salvar del hundimiento al sistema bancario mundial se sitúa — en función, como veremos, del modo en que se echen las cuentas— entre tres y trece billones de dólares. En su mayor parte, el peso de esta cifra ha venido a descargarse en los balances contables de los diferentes gobiernos, que tienen que enjugar los costes del fiasco (y esa es justamente la razón de que le hayamos dado erróneamente el nombre de crisis de la deuda soberana, cuando de hecho se trata de la metamorfosis de una crisis bancaria perfectamente camuflada)".

Por eso, resulta irónico que con la supuesta intención de evitar que en el futuro las cajas puedan "volver a comprometer la estabilidad del sistema financiero", se opte por transformarlas en bancos.

[2] El caso es que el proceso de conversión de las cajas en fundaciones bancarias nace de esa profunda desconfianza hacia las cajas de ahorros, convertidas en un ejemplo de derroche y corrupción, en buena medida por el control que sobre las mismas han ejercido los partidos políticos. Por cierto, en el caso de BBK es necesario decir que si bien el control político ha sido evidente, no menos evidente ha sido su gestión económica ha sido rigurosa.
Fruto de esa desconfianza, la ya citada Ley 26/2013, de 27 de diciembre, de cajas de ahorros y fundaciones bancarias (en adelante (LCAFB) establece en su "Disposición transitoria primera" un proceso de conversión en fundaciones bancarias obligatorio y acelerado, como se indica en los puntos 1 y 4 de la disposición::
"1. Las cajas de ahorros que a la entrada en vigor de esta Ley ejerzan su actividad como entidad de crédito a través de una entidad bancaria habrán de transformarse, en el plazo de un año, en una fundación bancaria u ordinaria según corresponda.
4. Transcurridos los plazos previstos en el apartado 1 de esta disposición sin que se hubiera completado la transformación en fundación, las cajas de ahorros a las que se refiere esta disposición quedarán automáticamente transformadas con disolución de todos sus órganos y baja en el registro especial de entidades de crédito del Banco de España conforme al procedimiento previsto en el artículo 35.3".
¿Qué dice ese artículo 35.3? Pues dice lo siguiente:
"Transcurrido el plazo de seis meses sin que se haya ejecutado la citada transformación, se producirá la disolución directa de todos los órganos de la caja de ahorros y la baja en el registro especial de entidades de crédito del Banco de España, quedando transformada en fundación bancaria u ordinaria, según proceda. La falta de transformación en fundación bancaria en el plazo previsto en este artículo constituirá infracción muy grave de conformidad con lo previsto en la Ley 26/1988, de 29 de julio, sobre Disciplina e Intervención de las Entidades de Crédito".
¿Y qué dice esa Ley 26/1988, de 29 de julio, sobre Disciplina e Intervención de las Entidades de Crédito? En su capítulo III, artículo 15, sobre sanciones a las entidades de crédito y a quienes ejerzan cargos en las mismas, dice:
"1. Quien ejerza en la entidad de crédito cargos de administración o dirección será responsable de las infracciones muy graves o graves cuando éstas sean imputables a su conducta dolosa o negligente. 
2. No obstante lo señalado en el apartado anterior, serán considerados responsables de las infracciones muy graves o graves cometidas por las entidades de crédito sus administradores o miembros de sus órganos 
colegiados de administración, salvo en los siguientes casos:  
a) Cuando quienes formen parte de órganos colegiados de administración no hubieran asistido por causa justificada a las reuniones correspondientes o hubiesen votado en contra o salvado su voto en relación con las decisiones o acuerdos que hubiesen dado lugar a las infracciones. 
b) Cuando dichas infracciones sean exclusivamente imputables a comisiones ejecutivas, consejeros-delegados, directores generales u órganos asimilados, u otras personas con funciones en la entidad".

Toda esta parafernalia legal ha sido resumida en los siguientes términos: 
a) Existe obligación legal de que las cajas de ahorros se transformen en fundaciones bancarias en el plazo de un año; en caso contrario, la conversión será automática.
b) Los miembros de los órganos de gobierno de las cajas que hayan impedido esta conversión podrán ser sancionados en aplicación del artículo legal anteriormente citado.
Sí:: a esos extremos se ha llegado. Personalmente considero que la aplicación de esta sanción a quienes, no estando de acuerdo con la manera en que se está desarrollando el proceso de transformación de cajas en fundaciones, voten en contra del mismo o se abstengan. Considerar este ejercicio de libertad personal un "acto impeditivo" doloso o negligente me parece inconcebible. Pero en fin, el asunto está lanzado de tal manera que cualquier cosa es posible. Hasta que nos acusen por abstenernos al no tener claro que el proceso garantice algunas cosas, como hizo CCOO el pasado jueves.

En todo caso, la idea de la inevitabilidad del proceso fue claramente expuesta por Mario Fernández en una conferencia en febrero de este año que sirvió para marcar perfectamente el terreno de juego desde la perspectiva de quienes tienen poder para pilotar el proceso de transformación. El periodista Luis López publicó una excelente crónica de esa conferencia en El Correo el 22 de febrero. Ese es el terreno de juego en el que ya estamos. No hay vuelta atrás, porque quienes pueden ya han decidido jugar ese juego: 

"Mario Fernández se situó ayer públicamente en la casilla de salida del proceso que terminará con el actual modelo de Kutxabank. En un discurso realista y alejado de «voluntarismos» que se quedan al margen de las imposiciones regulatorias, el presidente del banco vasco certificó como «inevitable» que las cajas pierdan el control total que actualmente ostentan en la entidad. Al final del camino que ahora se inicia, en un plazo de cinco años, Fernández visualiza un escenario en el que BBK, Kutxa y Vital acabarán controlando el 30% y el restante 70% será "free float", esto es, capital flotante en manos de accionistas externos. En estos momentos el banquero no contempla la salida a Bolsa de Kutxabank, pero sí sería «estúpido» descartar esta posibilidad de cara al futuro del mismo modo que lo ha hecho hace ya tiempo, por ejemplo, CaixaBank. Fernández despejó dudas durante la conferencia "Sector financiero: nueva etapa", en un acto organizado por Alumni La Comercial de la Universidad de Deusto, en Bilbao. Y lo hizo ante el presidente del Euzkadi Buru Batzar, Andoni Ortuzar, diputados forales de Bizkaia y Álava, y una nutrida representación del empresariado vasco. Lo primero que quiso dejar claro es que no hay escapatoria: «La ley nos obliga a hacerlo, no nos podemos mantener en un esquema voluntarista». Recordó que la legislación de fundaciones bancarias establece como preceptivo que «una o varias cajas no controlen un banco», como es el caso vasco. Y que de manera gradual, en el plazo de cinco años, su participación del 100% actual debe caer primero al 50% y luego al 30%. Es cierto que la regulación tiene su origen en los desmanes protagonizados por un buen número de cajas que terminaron por hacer que se tambalease el sistema financiero español, y que poco tenían que ver con la trayectoria solvente de BBK, Kutxa y Vital. «Pagamos justos por pecadores», resumió. Pero esto es lo que hay, y así hay que asumirlo. Bajo esta premisa, es «vital» definir «el cuándo» se afronta la nueva situación y cómo se diseña la hoja de ruta. Porque es muy distinto que esa transición se cocine en casa a que «nos hagan la reestructuración desde fuera», dijo en relación a la posibilidad de que sea el Banco Central Europeo -que en noviembre asume las competencias del Banco de España quien termine tomando las riendas del proceso si Kutxabank no se adapta antes a las imposiciones legales".

[3] ¿Qué pinta Europa en todo esto? La reforma ha sido presentada una exigencia de la troika -Comisión Europea (CE), Banco Central Europeo (BCE) y Fondo Monetario Internacional (FMI). Incluso se ha hablado de que Bruselas y el BCE dieron "un toque" a España por el retraso de la ley. ADICAE lo tiene claro: "La Unión Europea se ha marcado una cruzada contra el modelo financiero sostenible, social y pegado al territorio de la economía real que simbolizaban las cajas de ahorros españolas, y se ha propuesto firmemente eliminar por completo todo resto que pudiera quedar".
Existe un Memorando de Entendimiento sobre Condiciones de Política Sectorial Financiera (el MoU), firmado por España y la Comisión Europea el 23 de julio de 2012 tras la solicitud de ayuda económica a las entidades financieras: "Se reforzarán los mecanismos de gobernanza de las antiguas cajas de ahorros y de los bancos comerciales bajo su control. Las autoridades españolas prepararán para finales de noviembre de 2012 normas que aclaren la función de las cajas de ahorro en su calidad de accionistas de entidades de crédito, para, en último término, reducir su participación en las mismas hasta un nivel no mayoritario. Es más, las autoridades propondrán medidas para reforzar las normas de idoneidad de los órganos de gobierno de las cajas de ahorros y para adoptar requisitos de incompatibilidad para los órganos de gobierno de las antiguas cajas de ahorros y los bancos comerciales bajo su control".Y existe un laudatorio dictamen del Banco Central Europeo sobre el proyecto de ley. 

Sin embargo, son muchos los que cuestionan que el proceso se deba a las exigencias de la Unión Europea, como el diputado de ERC  Bosch i Pascual:
"La Unión Europea no dice que haya que atajar la dispersión de cajas, ni que el sistema tradicional de cajas de ahorros no sea bueno, no sea vital, no sea saludable; no dice nada de eso. De hecho entendemos que lo que dice la Unión Europea es que debe separarse lo que es un banco de lo que es una caja, y que los bancos deben ser bancos y que las cajas de ahorros deben ser cajas, algo que se perdió por el camino. Lo que nos están diciendo las autoridades europeas de algún modo es que deberíamos volver al sistema tradicional de división de funciones, dentro del sistema bancario, entre las cajas y los bancos".

[4] ¿Sería entonces posible continuar con el modelo de cajas de ahorros? En principio sí. Es el modelo de las cajas locales en Alemania. El problema es de tamaño y, por ello, de viabilidad en un entorno tan competitivo. Según parece, de querer continuar con ese modelo se exigiría que para seguir siendo caja de ahorros BBK no debería superar un capital máximo de 10.000 millones de euros, lo que en términos prácticos supondría que la actual BBK debería reducir su tamaño hasta un tercio del actual. [Tengo esto apuntado en mi cuaderno de apuntes, he estado buscando la forma de objetivarlo con alguna información más, pero no lo he conseguido]. 
Y si no hay competitividad tampoco hay obra social.

[5] Ya me voy cansando, y sigo tan liado como al principio. ¿Qué hay tras todo este proceso? La bancarización de todo el sector financiero, su reducción a negocio, su absoluta mercantilización. No me parece mala descripción la que hace el diputado de IU Alberto Garzón:
"Los diferentes Gobiernos, durante un proceso paulatino pero en cualquier caso radical, fueron modificando las condiciones por las cuales funcionaban las cajas de ahorros y se fueron pareciendo cada vez más a los bancos, fueron imitando su comportamiento y fueron entrando en una espiral de competencia según la cual lo que primaba era la rentabilidad a cualquier precio y se olvidaba el criterio social y territorial que siempre tenían anclado las cajas de ahorros. Se especulaba en los mercados financieros, se participaba en todo tipo de comercialización de productos altamente arriesgados y finalmente, por las condiciones estructurales de nuestro modelo de crecimiento, también se participaba en la burbuja inmobiliaria en diferentes formas. El origen del problema de las cajas de ahorros es ese proceso de imitación y por tanto no podemos felicitarnos de ninguna de las formas cuando, entendiendo que ese es el origen, el resultado final es una ley que lo que hace es dar el golpe final a las cajas de ahorros y dejarlas en manos de los bancos privados, que por fin consiguen de esta forma alcanzar ese botín, porque los bancos siempre quisieron alcanzar el botín de las cajas. Las cajas gestionaban en torno al 50% de los depósitos, gestionaban un nivel de mercado muy importante que los bancos veían como un mercado potencial para sus propios negocios. Siempre fue así y lo que ocurre con una ley de este tipo es que los bancos están brindando por el hecho de que finalmente se hayan encontrado con esta oportunidad, la oportunidad de aprovechar la crisis como excusa para definitivamente asestar ese golpe, quedarse con el negocio y comprar de forma muy barata cajas que por cierto son saneadas no por ellos mismos, los bancos compradores, sino por el Estado, es decir por todos nosotros".

El menos como riesgo. Otra vez la acumulación por desposesión.

Para seguir leyendo críticas al proceso (aunque algunas de estas críticas me parece que cuentan con un fundamento muy débil), pueden consultarse los comentarios de EKAI Center.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Imanol: La obligatoriedad sólo entra en vigor al final del plazo, el 28 de diciembre. Esto quiere decir que, mientras tanto, cualquier opción que evite que al 28 de diciembre se cumplan los requisitos hace innecesaria la transformación en fundación. Por lo tanto, no es obligatoria.

Anónimo dijo...

Hablemos claro. El problema no tiene que ver con que haya o no otras salidas. Hay muchas, banco público, titularidad indirecta, ... El problema es la clara estrategia de PNV, PP y PSOE por apropiarse ilegítimamente del poder financiero a través de estructuras blindadas de cualquier control social o público. Ni más ni menos. Por lo menos, que dejen de engañarnos con mentiras.

Anónimo dijo...

Hablemos claro. El problema no tiene que ver con que haya o no otras salidas. Hay muchas, banco público, titularidad indirecta, ... El problema es la clara estrategia de PNV, PP y PSOE por apropiarse ilegítimamente del poder financiero a través de estructuras blindadas de cualquier control social o público. Ni más ni menos. Por lo menos, que dejen de engañarnos con mentiras.

Anónimo dijo...

«La legislación nos obliga a privatizar»
Es falso. Mario Fernández ha dicho que la privatización es «inevitable». Y que «La Ley nos obliga a hacerlo; no nos podemos mantener en un esquema voluntarista». El lehendakari del Gobierno Vasco, Iñigo Urkullu, también ha indicado que «hay que cumplir la ley», y que hay que hacer un ejercicio de «realismo».
Nos quieren hacer creer que la ley obliga a la privatización. Antes de ver que esto no es verdad, conviene, sin embargo, recordar algunas cosas respecto a la legislación:
· Las leyes han sido acordadas por el PP y el PNV. Además, han sido avaladas por Mario Fernández, presidente de Kutxabank. Por tanto, la responsabilidad de la ley no se puede atribuir a Europa o a entes ajenos. La comunicación entre la dirección de la CECA (Fainé y Fernández) y el ministerio dirigido por de Guindos ha sido directa confeccionando una Ley de Cajas y Fundaciones Bancarias (diciembre de 2013) a medida del objetivo: el expolio del sistema de Cajas.
· Se nos dijo lo mismo sobre la bancarización. Era obligatoria. No era verdad. Era la opción del Gobierno español, así como la que defendían las direcciones de las Cajas de Ahorros del Estado español, incluidas BBK, Vital o Kutxa. De hecho, existe una Ley de Cajas de Ahorros que da cabida a este tipo de entidades, y no todas las Cajas de Ahorros del Estado español se han convertido en Bancos.
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Anónimo dijo...

Por tanto, en todo el proceso han existido alternativas que han sido despreciadas. Pero es que la actual legislación no obliga a privatizar:
· Se puede dar marcha atrás a la bancarización. Otra cosa son las condiciones que conlleva esta vuelta atrás (actuación en una Comunidad Autónoma o un máximo de 10 provincias limítrofes; límites de activos o de cuota de mercado de depósitos), que establece la actual Ley de Cajas de Ahorros y Fundaciones Bancarias, aprobada el 27 de diciembre de 2013. En todo caso, cabe destacar que esos límites son totalmente subjetivos y no tienen nada que ver con la solvencia de las entidades.
· Si la opción que adoptan fuese seguir como Banco, tampoco es obligatoria la privatización. La Ley establece que en este caso, las Fundaciones Bancarias (las Cajas) que tengan una participación de una entidad de crédito (como Kutxabank) deberán presentar anualmente al Banco de España para su aprobación: 1) un plan financiero. Si las Fundaciones Bancarias tienen una participación del Banco de más del 50% o controlan esta entidad (como es el caso de Kutxabank, cuyo 100% pertenece a las Fundaciones), adicionalmente tienen que presentar 2)un plan de diversificación de inversiones y 3) dotar un fondo de reserva encaminado a garantizar la solvencia de la entidad. Por tanto, Kutxabank podría seguir al 100% en manos de las Cajas, y tendría que presentar un plan de diversificación y crear un fondo de reserva.
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Anónimo dijo...

La creación de ese fondo de reserva es el argumento esgrimido por la dirección de Kutxabank para justificar la privatización. Crear ese fondo, se dice, sería un grave problema. Sin embargo, no queda claro, en absoluto, que ello sea así:
· Kutxabank no ha fijado siquiera la cuantía del fondo que habría que dotar, por lo que es imposible decir si es fácil o difícil su dotación.
· El fondo está relacionado con la solvencia de la entidad, que según los datos oficiales está a la cabeza de las entidades del Estado. Por tanto, no parece lógico pensar que la dotación debería ser muy elevada. Y menos que pondría en peligro el futuro de la entidad.
· Es cierto que la ley establece unos parámetros generales, cuya valoración deja en manos del Banco de España. Tampoco conocemos si el Banco de España ha hecho alguna estimación al respecto.
La ley exime de la dotación de este fondo a las fundaciones bancarias que presenten un plan detallado con las medidas que van a adoptar para reducir su participación en la entidad de crédito, en un plazo máximo de cinco años, por debajo de los porcentajes fijados. Esta es la cobertura para la privatización. Es decir, se desechan las demás hipótesis porque éste era el objetivo.
Kutxabank pretende hacer creer que no existe más opción que la privatización. Esto no es cierto. Sus promotores se niegan a elaborar un análisis serio de alternativas. Cuando se nos dice que no hay más que una alternativa es porque se quieren ocultar otras opciones.
EXTRAIDO DEL INFORME DE ELA sindikatua
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Anónimo dijo...

Acojonate que un miembro del consejo de administracion del bbk nos este vendiendo semejante mercancia averiada.
Y no se se si es mas grave que esto se haga queriendo o sin querer.

Anónimo dijo...

Y habiendo como hay alternativas apoyais cerrar el tema habiendo plazo para discutir hasta diciembre?
Y por que estas prisas???
O estais con ellos apoyando el pelotazo por el que van a pasar a controlar las cajas de todos y todas nosotras mediante patronatos designados a dedo???
Pero no veis la jugada??
Ufff...

Imanol dijo...

1. Pues gracias a quienes han querido contribuir a aclarar algunos extremos del debate, aunque la insistencia de la mayoría de los comentarios relativa a la "no obligatoriedad" sobra: creo que todas y todos tenemos muy claro que no nos encontramos ante un proceso dirigido políticamente desde el principio para orientar el resultado en una sola dirección, que es la financiarización de las cajas.

2. Yo entiendo que "mercancía averiada" es toda aquella propuesta de intervención que se queda en la fase de protesta, "Anónimo acojona(n)te". Eso sí, seguro que la culpa es sólo mía por no haber seguido tu luminoso rastro.

Republica bananera dijo...

Dice que

En marzo de 2012 fui elegido miembro de la Asamblea General de BBK dentro del grupo de "personas impositoras", en la lista de Comisiones Obreras. En noviembre de 2012, dentro del mismo grupo y lista, fui elegido miembro del Consejo de Administración de la entidad

y añade

No lo sé, me pierdo. No tengo bonos ni acciones ni participaciones, sólo una nómina y una cuenta corriente, y sinceramente me pierdo

¿Aún no pilla cual es el problema? Si no lo entiende, señor consejero de entidad bancaria, yo se lo explico: El problema es que al frente de las cajas de ahorros habéis estado políticos y sindicalistas, gente que como tu se pierde. Y por esto la mayoría del sector ha quebrado y ha necesitado una reestructuración completa que todavía no ha terminado.

Y menos mal que el sector de cajas de ahorros "solamente" era el 50% del sector bancario (y digo "era" porque tras 300 años las cajas de ahorros ya son historia), porque si toda la banca española hubiera sido pública - como pide un sector de la sociedad - el problema hubiera sido completamente inmanejable.

Que sí, que ya se aunque no haya políticos sino profesionales eso no es garantía que evite quiebras. Pero ya ves: El 50% necesitando reestructuraciones por ley, y el otro 50% no. Incluso entidades como Santander han pasado a ser la primera entidad de la eurozona.

En el mundo real cuando se fusionan empresas, los consejos de administración de las empresas fusionadas son sustituidos por un solo consejo de administración. Para que fuera posible la fusión de cajas de ahorros se tubo que inventar la "fusión fría" para mantener los consejos de administración de las entidades fusionadas porque solamente manteniendo los consejos de administración sería posible que políticos y sindicalistas aceptaran la fusión, un político no suelta un cargo ni con agua hirviendo.

Permitame añadir, que si un consejero de una entidad bancaria no se aclara de esas leyes, ¿Como pretende que se entere un cliente de la entidad?

http://www.votoenblanco.com/Los-politicos-y-sindicalistas-estan-asesinado-a-las-cajas-de-ahorros-espanolas_a4056.html