Hoy ha sido mi primer día de vacaciones y lo he disfrutado leyendo de cabo a rabo la última novela de Camilleri, La edad de la duda. Después de un breve paseo, a las 8 de la mañana ya estaba asistiendo al tormentoso despertar de un Montalbano que, en esta ocasión, vivirá a sus 58 años un enamoramiento adolescente cuyas consecuencias deberá gestionar (con desigual acierto) a la vez que afronta la resolución de un complicado caso. Me descubro ante el genio de Camilleri, particularmente ante su Montalvano, y disfruto enormemente de sus explosiones de mala leche, sus comilonas en la trattoria de Enzo o las confusiones de Catarella. Un excelente comienzo de vacaciones...
La montaña vendrá, espero, a partir de la semana próxima. Y si no viene, tendré que ir yo a ella.
Cinco novelas: Norte de Edmundo Paz Soldán, que hoy mismo he empèzado a leer (¡qué dura es!), Los peces no cierran los ojos de Erri De Luca, El abuelo que saltó por la ventana y se largó de Jonas Jonasson y dos de Jo Nesbo, El redentor y Headhunters.
Además de otras lecturas para no perder tino sociológico: Pensar el siglo XX (Tony Judt), Rebel cities. From the righ to the city to the urban revolution (David Harvey), Historia de la pobreza en EE.UU. (Stephen Pimpare), El mundo. Una guía para principiantes (Göran Therborn), Las raíces del fracaso americano (Morris Berman), Democrcy as problem solving. Civic capacity in communities across the globe (Xavier de Souza Briggs) y Why it´s kicking off everywhere. The new global revolutions (Paul Mason).
Alguno quedará sólo mediado, tal vez incluso retornará sin empezar: dependerá, entre otras circunstancias, de cuantas trepadas pueda hacer, lo que dependerá del tiempo que haga, y dependerá también de que no se metan por medio otras lecturas.
Pero es sólo el primer día de mis vacaciones de verano... ya veremos.
1 comentario:
Disfrútalas.
Yo ando con el mismo plan cambiando la montaña por el paseo urbano, pero compartiendo también alguna de tus lecturas.
Abrazos
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