Ayer nos preguntábamos por qué se toma la decisión de privar del derecho (y sobre todo, de la necesidad) a la protección efectiva de la saludo de las personas inmigrantes en situación "irregular". Hoy Daniel Izuzquiza, de Pueblos Unidos, me descubre una iniciativa para elevar esa pregunta hasta donde corresponde: la presidencia del Gobierno de España.
Estimado Sr. Presidente:
Acaba de publicarse en el BOE la reforma que impide a los inmigrantes en situación irregular el acceso a los servicios de salud. Esta medida me parece moralmente inaceptable y profundamente injusta.
No puede alegarse motivos de ahorro cuando los clubes de fútbol españoles adeudan a Hacienda más de 750 millones de euros, o cuando se han gastado más de 1.000 millones en el desierto aeropuerto de Ciudad Real.
La mayor parte de las personas inmigrantes irregulares en nuestro país llegan con la única voluntad de darle una vida mejor a sus familias. Me duele y me cuesta creer que una sociedad como la española, que se ha gloriado de ser solidaria y hospitalaria, les niegue un derecho tan fundamental y básico como es el ir a un médico y a proteger su salud.
Que estos cientos de miles de personas no puedan ir al médico sólo va a tener consecuencias negativas, y no sólo en su salud, sino en la de todos: provocará un colapso todavía mayor de las urgencias, y el agravamiento de problemas de salud pública, como el contagio de enfermedades como la tuberculosis, que se concentra en algunos grupos de población inmigrantes.
No permita que esto ocurra. Le pido que recapacite y derogue esta injusta medida, que no hace bien a nadie.
Atentamente.
Pincha aquí y añade tu firma. Y reenvía el vínculo.
Porque el derecho a la salud deja de ser universal cuando se limita a los nacionales.
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