sábado, 15 de octubre de 2011

Con Txema, este 15-O

Esta tarde, el mismo día en que tantos miles de personas se movilizan en todo el mundo reivindicando y anticipando ese otro mundo posible, pero sobre todo imprescindible, unas cuantas personas nos hemos reunido en Santutxu para recordar a Txema Fínez. Un año ya de su resurrección.
No puede ser casualidad.

He vuelto a casa con el libro nacido del amor de Susana y del afecto de tantas personas: "He sido feliz en todo lo que he hecho", proclama Txema desde su portada. Y se le nota en la foto que la ilustra.

En mi despacho tengo una estantería en la que acomodo autobiografías y biografías. Ahí están Rossana Rossanda con La muchacha del siglo pasado, los Años interesantes de Eric Hosbawm, Robert Graves y su Adiós a todo eso, De senectute de Bobbio, los Orígenes de Maalouf, el Elogio de la imperfección de Rita Levi Montalcini, Rumbo al Sur, deseando el Norte de Ariel Dorfman, El peso de una vida de Bettelheim o El refugio de la memoria de Tony Judt.
Junto a ellos, las biografías de Camus (Herbert H. Lottman), de Simone Weil (dos: la de Simone Pétrement y la de Gabriella Fiori), de Orwell (Jeffrey Meyers), de Isaiah Berlin (Michael Ignatieff), de Raymond Williams (Dai Smith) y hasta de Tom Waits (Barney Hoskyns).

Entre estas obras descansa ahora el libro de/sobre/con/para Txema.

Y de la autobiografía de Judt reproduzco una reflexión que parece escrita para nuestro querido amigo:

"La seriedad moral en la vida pública es como la pornografía: aunque difícil de definir, sabes que lo es en cuanto la ves. Describe una coherencia entre intención y acción, una ética de responsabilidad política. Toda política es el arte de lo posible. Pero el arte también tiene su ética".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hace unos días, remití a EL PAÍS la siguiente carta:

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En un artículo titulado "Reconciliar con la V República" (12/10/2011), Miguel Ángel Bastenier deja muy claro que Arnaud Montebourg (candidato de ala izquierda en las elecciones primarias del PSF) tiene ideas que no son de su agrado:

"El sorprendente tercero ha sido Arnaud de Montebourg, proteccionista galicano, euroescéptico, paleo-izquierdista próximo a las ideas de desconexión global de Samir Amin".

No tengo intención alguna de cuestionar el derecho del Sr. Bastenier a excomulgar a quien le plazca. Le sugiero, con todo, que afine un poco más a la hora de elegir adjetivos (des)calificativos. Lo de "proteccionista galicano", por ejemplo, resulta un tanto extraño... a menos que Arnaud Montebourg pretenda inmiscuirse en las relaciones entre el episcopado francés y la Santa Sede (pudiera ser, porque los "paleo-izquierdistas" son una caja de sorpresas). Por otro lado, y a riesgo de pecar de atrevido, le aconsejo que se deje caer por el blog de Imanol Zubero Beascoechea, profesor de la UPV y miembro del Grupo Socialista en el Senado durante la última legistura. Si se digna hacerlo, descubrirá que hay personas muy razonables y muy bien formadas a las que no les parece que la figura de Montebourg se pueda despachar con tanta ligereza (http://imanol-zubero.blogspot.com/2011/10/un-programa-para-la-izquierda.html)

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Como yo mismo me temía, no ha sido publicada (deben de ser cientos las que reciben cada día, así que, obviamente, no hay sitio para todas). Si reproduzco aquí el texto, es porque quiero que compruebe Ud. que la semilla que esparce a través de este blog no cae en pedregales ni entre abrojos. Aunque, pensándolo bien, me doy cuenta de que eso es cosa que Ud. ya sabe de sobra. No necesita, pues, que venga yo a decírselo.

Gracias por su labor pedagógica (¡y mil perdones por haber pasado por alto el tema de la entrada!).

Imanol dijo...

Es una lástima que no hayan publicado su carta. Desgraciadamente, los medios de comunicación abusan en demasiadas ocasiones del trazo gordo (el comentario de Bastenier es un buen ejemplo). Siendo esto malo, peor aún es el hecho de que luego dejen tan poco espacio al matiz y al perfilado.
Muchas gracias a usted por su amabilidad