domingo, 29 de mayo de 2011

Puto dinero... en la realidad y en la ficción

Recomiendo calurosamente la lectura del libro de la ensayista norteamericana Barbara Ehrenreich Sonríe o muere. La trampa del pensamiento positivo (Turner, Madrid 2011). Lo he terminado esta mañana, y del mismo reproduzco la siguiente reflexión:

Los grandes directivos, tanto del sector financiero como de los demás, habían llegado a elevarse en una burbuja de dinero que flotaba a muchos kilómetros de altitud sobre las preocupaciones y las penurias de los demás. La proporción entre el sueldo del presidente y el de uno de sus trabajadores medios pasó de ser de 24 a 1 en 1965, a ser de 300 a 1 en 2000; como también aumentó la distancia entre el sueldo del presidente y el de su tercer cargo más alto. [...] El problema de todo esto, escribe Dezenhall en un libro sobre la crisis empresarial del que es coautor, "es que un individuo que sale de su avión privado para meterse en una limusina, y de allí se va a un almuerzo que le sirven en un salón de la empresa, y luego a un hotel de cinco estrellas, está viviendo en una burbuja que se refuerza a sí misma de forma constante y acrítica. Se convierte en un semidiós que se alimenta de frases de aliento, sin la fricción de la vida diaria". Y, por supuesto, una cosa que no se ve desde un jet Gulfstream que vuela a varios kilómetros de altitud son las muchas emergencias diarias que les hacían perder pie a quienes pagaban una hipoteca: los hijos enfermos que generan facturas médicas y hacen perder días de trabajo, las averías graves en el coche o los despidos inesperados.


Al lerlo he recordado al socialista DSK.





También a lo largo de esta mañana he terminado otro de los libros que tenía empezados. Se trata de la novela de David Peace 1974 (Alba Editorial, Madrid 2010). El dinero es, también en este caso, la clave final de los tremendos acontecimientos narrados en la novela:

Todo el mundo por encima de sus posibilidades.
Todo el mundo jodido.
"Por el puto dinero".

Dinero emancipado de cualquier necesidad humana, liberado de la exigencia de servir a objetivos concretos. Dinero reducido a fundamento de poder sobre otras personas. Dinero experimentado como garantía de impunidad. Dinero-dios, Mammon. Puto dinero.

No hay comentarios: