jueves, 25 de febrero de 2010

Orlando Zapata

Cuba era los barbudos que bajaban de la sierra, el cuartel Moncada y el Playa Girón; Martí y el Che; era la trova, era Pablo y era Silvio; era alfabetización y sanidad universal; el ron pero sin coca cola, los brigadistas y la caña; el bloqueo y la dignidad.

Luego fue siendo más cosas, no todas luminosas, muchas trístemente oscuras.

Ahora es, también, Orlando Zapata. Y su madre, Reina.
Para esa madre cubana la Madre de Silvio. Con su permiso.


Madre, que tu nostalgia se vuelva el odio más feroz.
Madre, necesitamos de tu arroz.
Madre, ya no estés triste, la primavera volverá,
madre, con la palabra “libertad”.
Madre, los que no estemos para cantarte esta canción,
madre, recuerda que fue por tu amor.

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