Ponyo en el acantilado nos habla de muchas cosas: de amistad, de responsabilidad para con la naturaleza y para con los demás; de tantas que, seguramente, al espectador adulto le queda la sensación de un guión en exceso abierto, que inicia diversos caminos pero que no acaba de recorrer totalmente ninguno. Sin embargo, se trata de una película visualmente tan hermosa que acabará literalmente sumergido en la historia. Muy recomendable.
Y como si la visión de esta película me hubiese empujado a viajar en el tiempo, hacia el pasado, mientras escribo este post el primer canal de la televisión pública vasca, ETB 1, ofrece un concierto que recupera a intérpretes y canciones que he cantado, he bailado y he gritado hace más de 30 años. Intérpretes como Txomin Artola, Urko o Gontzal Mendibil. Canciones como Goizeko euri artean, Maite maitia o Kapitalismoak.
"Kapitalismoak dakarren katai ta zapalketa izan dadila guretzat indar askatzailea". Las cadenas y la opresión que nos trae el capitalismo serán para nosotros fuerza liberadora... ¡Qué tiempos, buenos tiempos! ¿Viejos tiempos? O no...
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