¿Zarzuela española en Euskadi? El caserío, por supuesto.
Hay unos versos en el zortziko "Sasibill mi caserío", cantado por Santi, que hoy podríamos poner en la boca de cualquiera de los desmelenados dirigentes del PNV:
¡La estrella se apagó!
¡Qué hermosa dicha la que perdí!
Perdí la ilusión
que tanto acaricié.
¡Fue una locura lo que soñé!
Perdí la ilusión, la juventud
y la razón...
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