Recordemos los datos ofrecidos por el PNUD con ocasión de la Conferencia Mundial del SIDA celebrada en Barcelona, si no recuerdo mal, en 2002. Según estos datos en siete países de África la esperanza de vida se había reducido a lo largo de la década de los Noventa a menos de 40 años. Las reducciones en esperanza de vida de algunos países eran tremendas:
- Zambia: en 1990 su esperanza de vida media era de 47,4, en 2002 había descendido hasta los 32,7 años, lo que supone una perdida de 14,7 años de esperanza de vida.
- Zimbabue: de 56,6 a 33,9 (22,7 años menos).
- Suazilandia: de 55,3 a 35,7 (19,6 años menos).
- República Centroafricana: de 47,2 a 39,8 (7,4 años menos).
- Lesoto: de 53,6 a 36,3 (17,3 años menos).
- Mozambique: de 43,1 a 38,1 (5,0 años menos).
- Malaui: de 45,7 a 37,8 (7,9 años menos de esperanza de vida).
Según los cálculos de Onusida, el 60% de las personas menores de 25 años que en aquel momento vivían con el VIH eran mujeres, concentrando África a 25 de los 37,8 millones de infectados en el mundo.
Y ahora volvamos a las palabras del Papa. Es evidente que ninguno de los problemas de África se soluciona con el preservativo. Pero también esta otra "condonación" es fundamental para salvar millones de vidas. Me estremece tanta ceguera.
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