jueves, 28 de noviembre de 2024

Las reglas del Mikado

Erri de Luca
Las reglas del Mikado
Traducción de Carlos Gumpert
Seix Barral, 2024 

"Esa noche que encontraste mi tienda se puso en marcha la cadena que debía soldarte a una red.
Sacarte de ella fue la excepción más exclusiva.
A esto me refería cuando te escribí acerca de la arriesgada tarea de la responsabilidad.
Una vez me escribiste que te había cambiado la vida. Yo no lo veo de esa manera. Un encuentro puede servir de detonante, pero es la vida la que cambia a las personas, no al revés".

 
Erri de Luca, ya lo hemos dicho antes, es un maestro en transformar historias aparentemente sencillas en profundas exploraciones de la condición humana. Este libro es un delicado cuadro narrativo donde un encuentro fortuito entre dos personajes -una joven gitana que huye de un matrimonio forzado y un viejo relojero solitario que acampa en la montaña cerca de una frontera- se convierte en el eje de una historia de aprendizaje mutuo, entendimiento y decisiones que trascienden el tiempo y la distancia. Este encuentro, aunque breve, transforma la vida de ambos personajes. 

"Nuestro encuentro ya lejano dejó fijado para mí un tiempo que ha permanecido inmóvil.
Puede ocurrir que haya, en la vida de las personas, un breve periodo desconectado de la corriente, en el que un acontecimiento se hinca como un clavo en la madera. Ese punto orienta después el espacio a su alrededor. Es un centro que mientras sucede no avisa de que será inmutable.
[...] Fuiste ese clavo hundido en mi tiempo. Solo por ti sentí la arriesgada tarea de la responsabilidad. es un sentimiento intransigente que excluye la cercanía con cualquier otro estado de ánimo".

Durante las noches que comparten, ella le habla de su creencia en el destino, en las señales que el mundo ofrece y en un dios que habita en las pequeñas cosas. Él, por su parte, ofrece una perspectiva distinta, interpretando el mundo como una máquina ordenada, regida por reglas precisas, como las del juego del Mikado.

Un juego que opera como una poderosa metáfora en la novela. En este juego, la precisión, la paciencia y la habilidad son esenciales para extraer palillos sin desestabilizar el conjunto. Para el relojero, estas reglas representan su manera de afrontar la vida: un intento de crear orden y equilibrio en un mundo caótico. El Mikado también simboliza la fragilidad de las relaciones humanas y la vida misma: un pequeño movimiento puede alterar el equilibrio de todo. Esta metáfora subyace en las decisiones que los personajes toman y en cómo esas elecciones repercuten en sus vidas y en las de los demás. Cada recuerdo, cada palabra y cada interacción entre los personajes se maneja con cuidado, como si el más leve movimiento pudiera derrumbar algo profundo e irreparable.

Escrita con la compleja sencillez característica de este autor, la estructura de la novela es lineal pero fragmentaria, con un fuerte énfasis en los diálogos entre los protagonistas. Estas conversaciones son el corazón del libro, funcionando tanto como intercambio de ideas como ventanas al mundo interior de los personajes. Pero cuando, tras la separación de las protagonistas, las conversaciones dejen paso a las cartas y al cuaderno en el que el relojero recuerda ciertos episodios de su agitada biografía, la historia dará un giro insospechado.

Este es un libro breve pero que, como el juego del Mikado, exige de quien lo lea atención y sensibilidad. 

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