Dicho sea sin segundas intenciones, ni siquiera según las definiciones que de "zorrear" ofrece la RAE.
Sencillamente, si ayer titulé "Rebequeando" el comentario en el que compartía la observacion de rebecos en las faldas del Espigüete, con lo que hoy me he encontrado, deambulando por Las Pradillas de Camporredondo de Alba, subiendo y bajando por los terrenos de Valdecerezo, Canalizas, Suertes de la Condesa y Santa Eufemia, ha sido con zorros, zorras o raposos. Primero una pareja, jugando y retozando como si fueran gatitos; despues un ejemplar solitario, al que he podido observar largo rato, hasta que me ha localizado y ha escapado.
Una bella caminata, fuera de los caminos y las pistas marcdas, siguiendo los senderos abiertos por los ciervos, siempre bajo la atenta mirada del gigantesco Espigüete.
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