Esta mañana he dado un corto paseo por dos de las cumbres menores del Alto Carrión, Peña Santa Lucía (1.854 m.) y Peña Escrita (1.762 m.). Menores en altura, pero mayúsculas en belleza, tanto por sí mismas como por los paisajes que se contemplan desde ellas.
Pasando el pequeño núcleo de La Lastra en dirección a Cervera de Pisuerga la carretera traza una curva junto a unas grandes naves ganaderas (1.370 m.). He aparcado en ese punto (8:20 h.) y cruzando la carretera he ascendido pasando junto a una de las naves, ganando altura por la zona denominada Las Camperas, entre brezos y matorrales al principio, por laderas herbosas después.
Alcanzada la divisoria con los terrenos de Vidrieros, el camino no tiene pérdida: se trata de ir ganando altura superando, primero, el alto de Coto Redondo (1.747 m.), hasta la cúspide de la mole rocosa de la Peña Santa Lucía, a donde he llegado a las 9:30.
Desde aquí he descendido en dirección a la localidad de Santibañez de la Peña hasta el collado conocido como El Horaco, ascendiendo luego por el cresterío que lleva hasta la cumbre de Peña Escrita (10:10 h.).
Para regresar, vuelta al collado y bordeo de Peña Santa Lucía por las empinadas laderas del Hoyo Mollar, buscando el paso mas cómodo entre matorrales y peñas, hasta dar con el sendero que sube desde el Alto de la Varga. Sin perder altura, he seguido bordeando la Peña hasta situarme sobre las naves de las que he partido. He llegado al coche a las 11:20 h.
De camino hacia La Lastra la niebla flotaba sobre el embalse de Camporredondo.
Subiendo por Las Camperas. Al fondo, la parte alta de la Peña Santa Lucía.
Desde el cordal que lleva a la cima se contempla la localidad de Vidrieros, guarecida por la mole del Curavacas.
Afrontando las últimas rampas hasta la cumbre.
Peña Santa Lucía.
Descenso hacia Peña Escrita.
Peña Santa Lucía va quedando atrás...
... y de frente Peña Escrita.
Cima de Peña Escrita.
Peña Santa Lucía, desde la cumbre de Peña Escrita.
Para descender, desde el collado se bordea la Peña por su izquierda.
El collado va quedando atrás.
Paso bajo el Ojo de La Lastra.
Hasta rodear completamente la Peña y regresar al punto de partida. Desde aquí se ven Las Camperas y la cumbre de la Peña Santa Lucía.
Esta es una zona en la que es habitual encontrarse con abundante vida salvaje. Otro aliciente más.
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