martes, 7 de enero de 2020

PERFIDIA, de James Ellroy

James Ellroy
Perfidia
Traducción de Carlos Milla Soler
Penguin Random House, 2019 (3ª reimpresión)

"Hace diecisiete días no conocía a Scotty. No conocía a William Parker, ni a Hideo Ashida, ni a Claire De Haven. No me había alistado en un pogromo político ni había maniobrado a diez niveles distintos de lealtad y traición. No había chantajeado a un destacado cargo público, ni había luchado por salvar la vida valiéndome de un pincho carcelario. La guerra me trajo todo eso. Llegó a mí en la forma de un hombre que había malinterpretado la guerra con sus  propias acciones autónomas y declaraciones de intenciones. No me consuela en absoluto saber que el capitán William H. Parker fue igual de temerario y necio que yo" (pp. 683-684).


No es lectura sencilla. Ellroy escribe como quien golpea, con frases cortas, contundentes. Mezclando tramas y subtramas, combinando ficción y realidad, construyendo historias corales, con decenas de personajes, entre los que destacan las actrices y actores de la época dorada de Hollywood, casi siempre en situaciones, digamoslo así, poco virtuosas: Rita Hayworth, Clark Gable, Ginger Rogers, Boris Karloff, Carole Lombard, Bob Hope, Gary Grant, Bette Davis, pero también Frank Capra, George Gershwin, Kurt Weil, Bertold Brecht o Leonard Bernstein. Como advierte una de las principales protagonistas al final del libro: "Aquello era Los Ángeles. Todo el mundo conocía a alguien importante, y esencialmente en un contexto ilícito".

La historia transcurre en Los Ángeles (con alguna incusión en México) entre los días 5 y 29 de diciembre de 1941. Pearl Harbour ha sido bombardeado y Estados Unidos se inflama con espíritu nacionalista y fobia anti-japonesa. Las ciudadanas y los ciudadanos de ascendencia nipona son considerados una potencial amenza interior (quintacolumnistas) y se organizan redadas masivas e internamientos en prisiones y campos de detención. Una familia nipona completa aparece bárbaramente asesinada en circunstancias extrañas. En el río revuelto del ambiente pre-bélico hay quienes diseñan un negocio redondo: sacar dinero tanto del internamiento de las y los japo-americanos como de sus negocios y tierras de cultivo mientras dure su internamiento:

"Lo que propongo es, en esencia, un engranaje aislado dentro del engranaje aislado dentro del engranaje mayor del plan de internamiento concebido por el gobierno federal con motivo de la guerra. Según este plan, hay que alojar a centenares  de miles de japoneses sospechosos en enormes centros distribuidos por los territorios de California y Arizona, y al norte hasta Wyoming y Montana. Mi propuesta nos permite seleccionar a los reclusos, alojarlos aquí mismo en Los Ángeles y asegurarnos de que los beneficios generados se quedan en la zona, para impulsar así la economía local vinculada específicamente con la guerra y la posguerra. Cuando digo 'seleccionar' , me refiero a una aplicación juiciosa de la eugenesia o ciencia racial. Los japoneses son un pueblo con talento, un pueblo trabajador y un pueblo dócil. Nos sería útil mantener a cierta cantidad aqui, a mano. No olvidemos que también ellos se beneficiarán del auge económico de la posguerra en cuanto queden en libertad".

Corrupción política y policial, racismo y militarismo, crimen y negocio, pasiones y violencia. Un investigador forense japo-americano, Hideo Ashida, empeñado en mantener la razón y la virtud en un mundo patas arriba. Una mujer, Kay Lake, fuerte, compleja y ambigua, cuyas peripecias nos ofrecen algunos de los mejores momentos del libro. Decenas de personajes, muchos de los cuales han aparecido en novelas anteriores de Ellroy, concretamente en las que componen el denominado "Cuarteto de Los Ángeles" -La Dalia Negra, El gran desierto, Los Ángeles Confidencial y Jazz Blanco-, en mi opinión las mejores páginas de Ellroy, y de las que Perfidia funciona a modo de precuela.

No es lectura sencilla, en absoluto: exige concentración. No es casualidad que, como en otras novelas de Ellroy, al final del libro se ofrezca una relación de personajes para no perdernos demasiado. Como no es casualidad que el autor haya considerado la necesidad de incorporar 8 páginas en las que unn personaje clave explica la trama. Pero si te dejas atrapar por su ritmo sincopado, por sus personajes ambiguos, por su argumento endemoniado, las casi 770 páginas de este libro te reportarán horas de disfrute.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Contundente tentación, la de leer este libro. Buena reseña.

https://imagoestinaqua.blogspot.com/