Año nuevo, caminata vieja

Hacía frío esta mañana cuando, al empezar a clarear, me he dirigido hacia el Alto de la Corbeñera, donde he dejado el coche, para desde allí introducirme en el amplio Valle de Miranda por su vertiente derecha (según se mira hacia su cabecera). Una caminata que me encanta repetir, pero que nunca me parece la misma.

Panorámica del Valle, desde la entrada.

 

 

 

 

 Llegando a la cabecera del Valle, bajo el Castillín Bajero, el sol ya empezaba a ganarle la partida al frío. A partir de aquí, la mañana ha sido luminosa y cálida.

Desde el fondo del Valle he subido hasta el Alto de los Llanos (1.765 m.) y he regresado  al punto de partida por la vertiente izquierda, disfrutando de las hermosas vistas que ofrece un recorrido no muy largo (unas 4 horas) y sencillo, excepto en su parte final, donde el camino no es nada claro.

 

 

 

 

 

 Desde Los Llanos se aprecia el Valle y el punto de partida.