domingo, 4 de noviembre de 2018

El hombre de la dinamita

Henning Mankell
El hombre de la dinamita
Traducción: Carmen Montes Cano
Tusquets Editores, 2018

Primera novela de Mankell, publicada originalmente en 1973 y reeditada en 1997. En el prefacio que acompaña esta reedición, y que se incluye en la traducción al castellano, escribe el autor:

"Y sí, han ocurrido muchas cosas en veinticinco años. Han caído algunos muros, otros se han levantado. Ha caído un imperio, otros se han debilitado desde dentro y están formándose nuevos centros de poder. Pero los pobres y desvalidos del mundo se han vuelto más pobres en estos veinticinco años. Y Suecia ha pasado de un intento decente de construir una sociedad a un saqueo social. Una división cada vez más clara entre las peronas necesarias y las sobrantes".

Esta novela cuenta la historia de Oskar Johansson, dinamitero de 23 años, que en 1911 sobrevive milagrosamente a un gravísimo accidente de trabajo. Mutilado, desfigurado, sin embargo volverá a trabajar hasta jubilarse, se casará con Elvira, compañera de vida y militancias ("No sé cómo habrían sido las cosas sin Elvira") y será padre de dos hijas y un hijo a los que amará, pero que le decepcionarán por su deriva política ("Hubo un tiempo, cuando tenía veinte años, en que era un chico estupendo, protestaba y armaba jaleo. Pero ahora es de los que votan por los azules. Es una mierda. Es como si lo hubiera traicionado todo").

En el relato de Mankell, la vida de Johansson -su durísimo trabajo, su mutilación, su militancia política, su vida familiar, su declive físico- se convierte en un trasunto de la evolución/involución de la socialdemocracia sueca. Desde los tiempos de su expansión, pueblo a pueblo, centro de trabajo a centro de trabajo, plaza a plaza -lo cuenta Per Olov Enquist en La partida de los músicos- hasta su conversión en un partido de gestión dominado por profesionales y burócratas.
En 1949 Oskar comprará una reproducción de la famosa caricatura crítica conocida como "Pirámide del Sistema Capitalista", y su repetida y reflexionada contemplación le llevarán con el tiempo a abandonar su militancia socialdemócrata ("No es posible dibujar otra pirámide que encaje con la situación actual de Suecia. No es posible. Han cambiado la indumentaria y poco más") para afiliarse a otro partido, que no se identifica (pero..."Los sueños son rojos").

Cuando Oskar Johansson fallece, en 1969, ha vuelto a ilusionarse con las imágenes de las revueltas que sacuden el mundo, protagonizadas por personas jóvenes, estudiantes y trabajadoras: "-¿Ves qué fuerza? -Persiguen algo". Pero morirá sin poder conocer a la revolución: "Femenino, La mujer que alumbra el futuro".

Escrita con un estilo seco y directo, la última/primera novela de Mankell nos reconecta con la historia y los sueños de unas generaciones de mujeres y hombres que aspiraron, en toda Europa, a construir sociedades decentes, donde las personas trabajadoras pudieran vivir unas existencias plenas. En muchos lugares, como en Suecia, lo llamaron socialismo: "Pensábamos en cambiar las cosas para todos. Era casi como una competición sin competencia. Todos querían dar algo al que caminaba a su lado, aunque apenas lo conociera, eso nunca tuvo importancia". Nada extraordinario, como repite Oskar en varias ocasiones.

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