domingo, 26 de enero de 2014

Hijo predilecto de Alonsotegi

Ayer falleció en Poitiers Marcelino Bilbao Bilbao, último superviviente español del campo de concentración de Mauthausen. Los documentales "Españoles en Mathausen""Mauthausen, el deber de recordar"  y "Los esclavos vascos del III Reich" nos aproximan a ese terrible fragmento de historia. En este último documental Marcelino recuerda su propia experiencia, lo mismo que en este otro video.
Miniatura
Marcelino había nacido en Alonsotegi en 1920. Con apenas 16 años se alistó en un batallón de la CNT, alcanzó el grado de teniente y participó en la Batalla del Ebro, donde fue condecorado con la medalla al valor. En 1940 llegó a Mauthausen, donde le inscribieron con el número 4628. 
Esta mañana mi madre recordaba a Marcelino, la casa donde nació, junto a la carretera, y en la que vivió con sus 21 hermanas y hermanos, y cómo aún así su madre (a la que apodaban, ya ves, "la Loba") acogió a un huérfano.
Es una pena que apenas nadie en Alonsotegi conozca la historia de Marcelino. Tal vez ahora, con su muerte, se le de el reconocimiento que merece.


3 comentarios:

Patxi Villegas dijo...

Aupa Imanol, ante todo gracias por el reconocimiento a nuestro TIO Marcelino, como bien sabes soy biznieto de la MUJER que lo acogió. Y su familia estamos orgullosos de su lucha. Te extiendo la mano para hacer todo lo posible en nuestro ayuntamiento para que como bien apuntas se le dé el reconocimiento que se merecía. Milaesker!

Imanol dijo...

Mila esker zuri, Patxi.
Desde luego, yo creo que habría que pedir formalmente al Ayuntamiento un reconocimiento formal de Marcelino Bilbao. Por miparte,totalmente dispuesto a apoyar esta petición.

Belén dijo...

Sería más que necesario el reconocimiento en una tierra en la que los atentados contra los derechos humanos se han perpetrado en democracia durante décadas. Quienes sustituyeron la táctica del garrote vil por el tiro en la nuca. Implantaron la ley del silencio e hicieron del miedo su mejor aliado, ellos y sus cómplices, probablemente no estén por la labor.
Pero muchos otros, todos los que continúan en la resistencia, ahora que a costa de todos los afectados pretenden consolidar su institucionalización, apoyarán la iniciativa.