lunes, 2 de julio de 2012

Copago




"Finalmente, llegó un tiempo en que todo lo que los hombres habían considerado como inalienable se volvió objeto de intercambio, de tráfico, y podía alienarse. Es el tiempo en que las propias cosas que hasta entonces se comunicaban pero nunca se intercambiabn, se daban pero no se vendían, se adquirían pero nunca se compraban -virtud, amor, opinión, ciencia, conciencia, etcétera-, en que todo finalmente fue objeto de comercio. Es el tiempo de la corrupción general, de la venalidad universal o, por hablar en términos de economía política, el tiempo en que todas las cosas, morales o físicas, se convirtieron en valor venal, se llevaron al mercado".

[Karl Marx, La miseria de la filosofía, 1847]

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