A finales de los 80 fue esencial para consolidar un pensamiento y un práctica de la desobediencia civil profundamente democrática.
Ahí fue cuando nos conocimos, en aquella Asociación de Objetores de Conciencia de Euskadi que había nacido de la incomodidad que tantos pacifistas y antimilitaristas vascos sentíamos ante la carencia de un discurso claro contra ETA en una buena parte del movimiento antimilitarista vasco y español.
Sí. Txema fue fue enjuiciado y absuelto en 1991 como insumiso a la prestación social sustitutoria del servicio militar.
Luego concidiríamos en Gesto por la Paz.
Y siempre tan amable y cariñoso.
Ahora me voy a preparar para acudir a su capilla ardiente, instalada en el Palacio de Justicia de Bilbao.
Triste.
Un abrazo, Txema.
Egun batean
munduak akabatuko dira.
Bai.
Badakit.
Eta zerduko Jaunak
Josafateko zelaian
guztiok
juzgatuko gaitu.
Orduan,
azkenak
izanen dira
lehenak,
eta haren eskuman
jarriko gara ezkerrekoak.
Gabriel Aresti, Harri eta herri (Piedra y pueblo)
Un día se acabarán los mundos. Sí. Lo sé. Y el Señor de los Cielos, en el valle de Josafat, nos juzgará a todos. Entonces, los últimos serán los primeros y a su derecha nos sentaremos los de izquierdas,
5 comentarios:
Lo siento, Imanol.
Abrazos,
Diego
Aupa Imanol, hoy te he visto en la capilla ardiente, pero estaba tan liado que no me ha dado tiempo ni a saludarte. Tu comentario en el blog me ha hecho recordar aquellos años del movimiento antimilitarista y a favor de la objeción de conciencia. !Qué gran ejemplo de lucha por una causa justa¡ Ahí te conocí a tí y a Txema, al otro lado de una mesa: yo de periodista y vosotros dando una rueda de prensa.
No he llorado en todo el día, pero mis ojos no paran de manar mientras escribo este comentario. Las compuertas del recuerdo se han abierto por fin: !Qué felicidad¡
Después, aún de periodista, le hice la primera entrevista para EL PAÍS cuando fue nombrado consejero de Justicia en el primer Gobierno socialista. Y ahí ambos recordamos aquellos tiempos de lucha.
En medio de mi año sabatico me lo encontré en Bilbao. Le conté todos mis planes: estudiar inglés, cuidar de mi esposa y mi familia, ser un amo de casa (qué grande la experiencia) y tantas y tantas cosas. Disfrutar de la vida.
-¿Qué haras luego?, me preguntó. Y yo entre bromas -era tan fácil bromear con él- le respondí:
- "Iré a EE UU tres meses y luego volveré y os pediré trabajo jajajaja". Y él rió conmigo. !Cómo es la vida¡ nos hemos vuelto a encontrar hace ocho días, los que llevo trabajando en el magnífico equipo de Idoia Mendia. Y ayer, tras tomar un café con él sobre las cinco de la tarde, me preguntó ¿Que haces ahora, adónde vas? "A recoger a las crías que salen de la escuela" le respondí. Y me metió en su coche para llevarme hasta el barrio. Tenía ganas de compartir conmigo todo de un tirón. Fue un viaje corto: la distancia que separa el Palacio de Justicia, donde nos recogieron sus escoltas, del Parque Etxebarria de Bilbao. En el coche no paró de hablar de los proyectos del Departamento:
-"Te tengo que pasar este material para que veas lo que hemos hecho hasta ahora Aitor, y hay un montón de trabajo...." Se le veía tan lleno de vida, con las pilas tan cargadas, mientras su corazón languidecía en silencio.
Ahora lloro por fin, después de un día tremendo, aguantando el tipo e intentando hacer lo mejor posible mi trabajo -¡Qué gran equipo es el de Idoia Mendia,no te lo puedes ni imaginar!- en un día tan difícil para tod@s.
Ahora estaba navegando por Internet y no sé como he caído en tu blog: bendita cibertrampa. Y me he desahogado por fin. Gracias Imanol, he tenido suerte de no haberte podido saludar en el Palacio de Justicia.
Un saludo, amigo.
Salud y antimilitarismo.
Gracias Diego, de verdad.
Y muchas gracias Aitor. Yo también recuerdo aquellos tiempos y las cuestiones que nos planteabas en aquellas ruedas de prensa de Escolapios y lugares parecidos: ers el único periodista que vivías con la misma profundidad que nosotros las luchas de los movimientos sociales. Mucha suerte en esta nueva andadura.
el Moc, la Aoc !Qué tiempos!
Con lo que nos queda, es injusto lo de Txema. Su memoria sera siempre un buen motivo.
Goian bego.
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