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viernes, 1 de mayo de 2020

Lecturas para el 1 de Mayo

 "¿Sabes que diez hombres son capaces de levantar doce veces más peso que un hombre solo?" (STEINBECK).

 "La sección de mineros de La Arboleda ha reunido 1.300 para el sostenimiento de la huelga. [...] En pocas ocasiones se les permite a los humildes mostrar su dignidad, y ésta es una de ellas. ¿No te emociona el ver cómo defienden sus derechos los hombres?" (PINILLA).

 

"A la mañana siguiente corrían por la cuesta unos hombres que gritaban que en el valle cercano se había declarado la huelga.[...] Llegó James Rowlands jadeante y con una cara en la que se veía que traía malas noticias. -Mr. Winston Churchill manda soldados" (LLEWELLYN).



"Aquí, la tensa calma de las jornadas de huelga [...] más la inminencia de la gran manifestación de la mañana siguiente, hizo que, al caer la tarde, de manera espontánea pero como siguiendo el dictado de una sola voz, el pueblo entero se echara a la calle" (COBOS WILKINS).


"Yo tengo mi carnet de la Casa del Pueblo, compañero. -Y saca un cuadernito rojo del bolsillo-. ¿Y para qué sirve? Somos muy pocos y además cuando se enteran los jefes que estamos afiliados a un sindicato, nos ponen en la calle" (BAREA).


"Desde aquellos picachos rojos, transformados y revueltos por la herramienta del peón y el trueno del barrenador, un nuevo peligro espiaba a la villa opulenta y feliz. [...] la huelga de los infelices, la reclamación imperiosa de la miseria" (BLASCO IBÁÑEZ).


"Pero llegaron de Nueva York los wobblies, [...] la confederación de Trabajadores Industriales del Mundo, que sabían cómo gestionar una huelga, y se pusieron a organizarlo todo. Se formó un comité de huelga en el que había representación de todas las razas" (DOCTOROW).



Pan y rosas

Mientras vamos marchando, marchando, a través del hermoso día

un millón de cocinas oscuras y miles de grises hilanderías 
son tocadas por un radiante sol que asoma repentinamente 
ya que el pueblo nos oye cantar: 
-¡Pan y rosas! -¡Pan y rosas!

Mientras vamos marchando, marchando, luchamos también por los hombres 

ya que ellos son hijos de mujeres, y los protegemos otra vez maternalmente.
Nuestras vidas no serán explotadas desde el nacimiento hasta la muerte, 
los corazones padecen hambre, al igual que los cuerpos 
-¡dennos pan, pero también dennos rosas!

Mientras vamos marchando, marchando, gran cantidad de mujeres muertas 

van gritando a través de nuestro canto su antiguo reclamo de pan; 
sus espíritus fatigados no conocieron el pequeño arte y el amor y la belleza.
-¡Sí, es por el pan que peleamos, pero también peleamos por rosas!

A medida que vamos marchando, marchando, traemos con nosotras días mejores. 

El levantamiento de las mujeres significa el levantamiento de la humanidad. 
Ya basta del agobio del trabajo y del holgazán: diez que trabajan para que uno repose.
-¡Queremos compartir las glorias de la vida: pan y rosas, pan y rosas!

Nuestras vidas no serán explotadas desde el nacimiento hasta la muerte;

los corazones padecen hambre, al igual que los cuerpos 
-¡pan y rosas, pan y rosas!

Tomado de: https://vidadealambique.wordpress.com/tag/bread-and-roses/




domingo, 30 de abril de 2017

1º de Mayo: memoria, solidaridad y lucha



De la última y póstuma obra de Zygmunt Bauman, Retrotopía (Paidós, Barcelona 2017):

Actualmente, nos están empujando con insistencia -y sin demasiada resistencia por nuestra parte, la verdad- hacia atrás, de regreso a comienzos del siglo XIX, cuando a los campesinos de muchos países de Europa, y a los oficiales y artesanos de todos ellos, les fueron expropiados aceleradamente sus medios de producción y, con ellos, su estatus y su capital sociales. A partir de ese momento, vivieron hacinados dentro de los márgenes de una "vida desagradable, brutal y corta", característica de un mundo en el que se libraba una "guerra de todos contra todos": un mundo poblado por otros como ellos mismos, los "miserables", que, como ellos, carecían de rostro y no eran plenamente humanos, y, como ellos también, consideraban su nuevo entorno tan alienante como hostil.
Tardaron muchas décadas en descubrir un interés común entre toda aquella multitud anónima que fichaba todos los días, a la entrada y a la salida de las fábricas del capitalismo temprano: esas décadas fueron el tiempo que les llevó coronar aquel hallazgo con la idea de la "solidaridad" que los introdujo en toda una era de experimentos, intentonas abortadas o muertas antes de nacer, salidas nulas, derrotas y triunfos a corto plazo que almacenamos en nuestra memoria colectiva a largo plazo; y todavía paso más tiempo hasta que inventaron, institucionalizaron y practicaron una acción solidaria sistémica y sistemática dirigida a sustituir la esclavitud por la emancipación.
Pues bien, ahora nos encontramos en una era similar en cuanto al clima dominante. Algunos de nosotros sacamos ánimos para mantener la esperanza de que estén pronto por llegar nuevos y más prometedores comienzos para todos...

Nos vemos mañana.

domingo, 1 de mayo de 2016

There Is Power In A Union



Por todo lo que han sido, por todo lo que han dejado de ser, por todo lo que deben recuperar.

Hay poder en una fábrica, hay poder en la tierra 
Poder en las manos de un trabajador 
Pero todo se reduce a nada si no estamos juntos 
Hay poder en un Sindicato...

There is power in a factory, power in the land
Power in the hands of a worker
But it all amounts to nothing if together we don't stand
There is power in a Union

Now the lessons of the past were all learned with workers' blood
The mistakes of the bosses we must pay for
From the cities and the farmlands to trenches full of mud
War has always been the bosses' way, sir

The Union forever defending our rights
Down with the blackleg, all workers unite
With our brothers and our sisters from many far off lands
There is power in a Union

Now I long for the morning that they realise
Brutality and unjust laws can not defeat us
But who'll defend the workers who cannot organise
When the bosses send their lackies out to cheat us?

Money speaks for money, the Devil for his own
Who comes to speak for the skin and the bone
What a comfort to the widow, a light to the child
There is power in a Union

The Union forever defending our rights
Down with the blackleg, all workers unite
With our brothers and our sisters together we will stand
There is power in a Union.

viernes, 2 de mayo de 2014

There Is Power In A Union

Ayer no pude, pero hoy sí. ¡Qué disfrute de 1º de mayo en las calles de Bilbao! Porque sí, porque hay poder en la unión/en el sindicato.

martes, 1 de mayo de 2012

1º de Mayo

Yo siempre he sido muy manifestero. Ya desde 1977, con mis primos mayores, en aquella semana pro amnistía. Pero nunca he sido de llevar a mi hija conmigo. Sólo de muy chiquitaja, a un par de manis de Gesto. Cuando yo he acudiodo a una manifestación siempre hemos comentado a dónde voy y por qué, pero nada más.
Pero hace unos días empezó a comentar que este 1º de Mayo igual bajaba conmigo a Bilbao. Creo que por influencia de El Intermedio.
El caso es que esta mañana hemos estado en la manifestación de Bilbao. Soleada y hermosa, aunque un poco menos alegre que en otras ocasiones. Pero mucha gente. Mucha.
Al llegar a la Plaza Circular me ha sorprendido al comentar: "Hay mucho grupito, ¿no?". Y lo había. Grupitos y grupos cada uno por su lado, aunque con reivindicaciones parecidas en sus pancartas.
Luego he escuchado a Unai Sordo reclamar más unidad de acción sindical a la hora de afrontar los ajustes, recortes y expropiaciones de derechos.


domingo, 1 de mayo de 2011

1º de Mayo: Sabato

Este año, el 1 de Mayo ha caído en Sabato.

Las "5 millones de razones" para manifestarse que se coreaban esta mañana mientras recorríamos la Gran Vía de Bilbao eran, también, 5 millones de ausencias (4.910.200, exactamente).
Cinco millones de fracasos: no personales (como sostiene una perversa concepción de la empleabilidad), tampoco gubernamentales (como afirma un cómodo e irresponsable diagnóstico de oposición), sino sociales. Un fracaso colectivo.
Cinco millones de exclusiones. Somos una sociedad incapaz de proporcionar a sus miembros el principal recurso para acceder a los derechos sociales y económicos que constituyen la base material de la ciudadanía; un empleo decente.
Por eso esta mañana la marcha tenía muy poco de festivo. A pesar de que el tiempo acompañaba y el sol animaba a ocupar la calle.

¿Cuántos de esos 5 millones de parados se habrán manifestado esta mañana? Y si lo han hecho, ¿contra quién?

"La gente teme que por tomar decisiones que hagan más humana su vida pierdan el trabajo, sean expulsados, pasen a pertenecer a esas multitudes que corren acojonadas en busca de un empleo que les impida caer en la miseria, que los salve". Lo escribió Ernesto Sabato en La resistencia.

También escribió, en Antes del fin: "Les propongo entonces, con la gravedad de las palabras finales de la vida, que nos abracemos en un compromiso: salgamos a los espacios abiertos, arriesguémonos por el otro, esperemos, con quien extiende sus brazos, que una nueva ola de la historia nos levante. Quizá ya lo está haciendo, de un modo silencioso y subterráneo, como los brotes que laten bajo las tierras del invierno".

Y así, este domingo, he caminado entre los dos Sabatos: el del acojono y el del compromiso.

viernes, 30 de abril de 2010

Una Nueva Internacional de la Humanidad

Billy Bragg. Una nueva Internacional. Sin perder nada del poder de evocación y protesta de la original, pero actualizando su mensaje:


"Pongamos fin a la ignorancia racista ... La libertad es mero privilegio salvo que sea disfrutada por todos y cada uno".
"No construyamos muros que nos dividen ... O vivimos juntos o moriremos sólos"
"Cuando luchemos, provocados por su agresión, inspirémonos en la vida y en el amor"
"El ideal internacional une a la raza humana".

Hoy el internacionalismo sólo puede expresarse como universalismo.





Stand up, all victims of oppression
For the tyrants fear your might
Don't cling so hard to your possessions
For you have nothing if you have no rights

Let racist ignorance be ended
For respect makes the empires fall
Freedom is merely privilege extended
Unless enjoyed by one and all

So come brothers and sisters
For the struggle carries on
The Internationale
Unites the world in song

So comrades come rally
For this is the time and place
The international ideal
Unites the human race

Let no one build walls to divide us
Walls of hatred nor walls of stone
Come greet the dawn and stand beside us
We'll live together or we'll die alone

In our world poisoned by exploitation
Those who have taken, now they must give
And end the vanity of nations
We've but one Earth on which to live

So come brothers and sisters...
So comrades come rally...

And so begins the final drama

In the streets and in the fields
We stand unbowed before their Armour
We defy their guns and shields

When we fight, provoked by their aggression
Let us be inspired by life and love
For though they offer us concessions
Change will not come from above

So come brothers and sisters...
So comrades come rally...

For this is the time and place
The international ideal
Unites the human race

http://www.youtube.com/watch?v=Zk69e1Vcmvg

viernes, 1 de mayo de 2009

1 de mayo en Bilbao




No éramos Prieto, Unamuno y Largo Caballero. Pero esta mañana hemos recorrido animosamente la Gran Vía de Bilbao, hasta llegar al Arenal, entremezclados con las gentes de Comisiones Obreras y de UGT. Charlando con Fernando, con Javi, con Eskolunbe, con Andoni. Saludando al anterior secretario de CCOO, Josu Onaindi, y al actual de UGT, Dámaso Casado.
El sol ha acompañado. ¡Gora Maiatzaren Lehena!

1º de mayo: Por el trabajo decente


Estamos acostumbrados, cuando hablamos del trabajo, a utilizar adjetivos tales como “justo”, “digno”, “con derechos”. Todas estas son expresiones ya familiares para el mundo obrero, forman parte de su tradición. Pero, ¿decente? La primera referencia al trabajo decente la encontramos en la Memoria del Director General de la Organización Internacional del Trabajo con ocasión de su 87.ª reunión en junio de 1999, donde se nos presenta la que a partir de ese momento va a ser la renovada posición de esta organización en relación al trabajo: “La OIT milita por un trabajo decente. No se trata simplemente de crear puestos de trabajo, sino que han de ser de una calidad aceptable. No cabe disociar la cantidad del empleo de su calidad”. El Diccionario de la Real Academia de la Lengua ofrece seis definiciones del término “decente”: 1) honesto, justo, debido; 2) correspondiente, conforme al estado o calidad de la persona; 3) adornado, aunque sin lujo, con limpieza y aseo; 4) digno, que obra dignamente; 5) bien portado; 6) de buena calidad o en cantidad suficiente. Algunas de estas definiciones –la 2, la 4 y la 6- se adaptan como un guante al ideal de trabajo reivindicado históricamente por el movimiento obrero: hablamos de trabajo decente cuando existe en cantidad suficiente, es de buena calidad y puede definirse como digno, fundamentalmente porque su realidad se corresponde con la dignidad intrínseca de la persona humana. Se va clarificando el término. Sin embargo, aún puede quedar una duda: ¿por qué no hablar, directamente, de trabajo justo, digno o con derechos? ¿No estaremos utilizando un circunloquio que, en última instancia, no hace sino bajar un escalón en el nivel de exigencia que la reivindicación del trabajo precisa, especialmente en tiempos como estos? Es esta una sospecha que no cabe echar, sin más, en saco roto. Atendamos, si no, a lo que está ocurriendo con el discutido concepto de flexiseguridad. Por otro lado, si una organización como la OIT respalda la reivindicación del trabajo decente, convirtiéndola en centro de su actividad, tampoco podemos ignorarla sin más. Para llenar de contenido la propuesta de la OIT debemos referirnos a la reflexión realizada en 1996 por el filósofo judío Avishai Margalit en su libro La sociedad decente: “¿Qué es una sociedad decente? La respuesta que propongo es, a grandes rasgos, la siguiente: una sociedad decente es aquella cuyas instituciones no humillan a las personas”. Las instituciones son modos de comportamiento considerados normales y, por lo mismo, aceptados como tales, dados por supuesto, por la mayoría de los miembros de una sociedad. Son algunos de estos comportamientos institucionalizados los que están en el origen de muchas formas de discriminación y de desigualdad que, por ser consideradas “normales”, pasan desapercibidas. Pues bien: el mercado de trabajo es una institución social. Trabajar no es, sin más, producir, o vender la fuerza de trabajo; es hacerlo en un marco de normas sociales que definen lo que es empleo y lo que no es, lo que es y no es un buen empleo, lo que es ser un buen trabajador o un buen empleador, etc., y en un marco de regulaciones legales que organiza en la práctica la actividad laboral. Es esta norma social la que ha cambiado profundamente en las últimas dos décadas, de manera que hoy lo normal es estar precarizado. Lo es, desde luego, para las nuevas generaciones de trabajadoras y de trabajadores –mujeres, jóvenes e inmigrantes, principalmente- incorporadas al mercado de trabajo desde los años Noventa. En este contexto institucional, bajo el dominio de esta nueva norma social de empleo, es el funcionamiento normal del mercado de trabajo el que genera hoy las mayores indecencias. De ahí la importancia de atender a las condiciones institucionales que permiten o facilitan la humillación de las y los trabajadores. Pensar el mercado de trabajo como institución social, necesariamente normativizado, es fundamental en estos tiempos en los que la ortodoxia dominante apuesta de manera abierta por la desinstitucionalización del trabajo, forzando a la individualización más extrema de las relaciones laborales. El Secretario General de la Confederación Sindical Internacional, Guy Ryder, señalaba en una entrevista lo siguiente: “En los años venideros, el trabajo decente podría perfectamente figurar en otras ocho o diez declaraciones internacionales sin que por ello lleguen realmente a promoverlo los principales actores de la gobernanza mundial. Es necesario que esas mismas instituciones hagan un giro de ciento ochenta grados. Deben renunciar al dogmatismo y reconocer que las ortodoxias neoclásicas no constituyen una panacea para el desarrollo social. La prosperidad económica y el progreso social no son un resultado del tan mentado efecto de goteo. Para que todos puedan acceder a ellos se requieren derechos habilitantes, amplios sistemas de protección, efectivas políticas laborales y prioridades macroeconómicas que estimulen la creación de empleos”.

Esta es la situación. La propuesta del trabajo decente supone un indudable avance en nuestra capacidad de diagnóstico sobre la realidad del mundo del trabajo. Se trata, también, de una poderosa herramienta para fortalecer nuestra capacidad de análisis de las situaciones reales de trabajo. Pero por sí misma no modifica en nada nuestra capacidad de intervención sobre esas mismas situaciones. Esta sigue dependiendo de los viejos recursos de siempre: de la unidad solidaria entre mujeres y hombres que, partiendo del hecho de que comparten condiciones de trabajo, no se resignan a dejar de compartir, también y sobre todo, humanidad. Pues, como ya quedó proclamado allá por 1871, el género humano es la internacional. O no será.