jueves, 19 de diciembre de 2024

Los vulnerables

Sigrid Nunez
Los vulnerables
Traducción de Mercedes Cebrián
Anagrama, 2024
 
"Creo en la biofilia humana. Creo que la afinidad con otros seres vivos, el deseo de estar junto a ellos y de conectar con ellos, y el amor por la belleza natural se encuentran en nuestro ADN. Cómo cuadrar esto, sin embargo, con lo que ve cualquiera que viva en nuestros días: el impulso humano de afear cada vez más el mundo y, al final, destruirlo.
Un nuevo temor: que los antiecologistas enfurecidos y los negacionistas del clima, al identificar los esfuerzos de conservación con su enemigo izquierdista y progubernamental, fomente el ecocidio, descargando su odio contra la propia naturaleza. 
Camiseta vista a un pasajero de avión: «Dispara a un lobo, haz llorar a un liberal»."

 
Una novela que indaga en la naturaleza de las relaciones humanas, la soledad contemporánea y la escritura como acto de conexión. Con un estilo que combina profundidad reflexiva y ligereza narrativa, Sigrid Nunez nos presenta una historia que cuestiona qué significa cuidar y cómo, en un mundo fragmentado, los actos más pequeños pueden marcar la diferencia.

La novela transcurre en un momento histórico marcado por la incertidumbre global, con crisis sociales, ambientales y políticas. Incertidumbre encarnada, literalmente corporeizada, en la pandemia de COVID-19, pues es este el contexto de la trama:

"¿No nos habíamos visto todos reducidos a un estado infantil ahora? Las reglas eran las reglas: si las rompes serás castigado, se te arrebatarán los privilegios que tan feliz te hacen. [...] Por supuesto, seguía viendo que paseaban a muchos perros, pero me parecía que había algo distinto en ellos. Sabían que algo pasaba. El modo sombrío en el que avanzaban lentamente, con el ceño fruncido y la cabeza gacha. En qué se han metido estos ahora, parecían decir esos ceños".

La protagonista y narradora de la novela es una mujer madura que acepta hacerse cargo temporalmente de Eureka, un loro parlanchín y vivaracho, a petición de una amiga que, a su vez, ha recibido el encargo de una de las escritoras con las que trabaja como editora. En un principio se había encargado del cuidado del ave el hijo de un amigo de la escritora, un estudiante de la  Universidad de Nueva York, que, tras el cierre de esta por la pandemia, "había dejado comida y agua de sobra para el pájaro y había salido pitando [...] sin intención de volver hasta que volviesen a programas clases presenciales". El problema es que una noche, sin avisar, el joven regresa a la casa.

A partir de ahí y a través de estos personajes -una mujer mayor, un joven y un loro-, Nunez explora la complejidad de las conexiones humanas y las formas en que, incluso en los momentos más inesperados, la empatía y el cuidado pueden aliviar el dolor existencial: "La cura de muchos males, lo llaman. para aliviar el estrés y la ansiedad, para consolarte durante el duelo, la tristeza y la pérdida. busca a alguien que necesite tu ayuda".

La novela desborda las costuras de una narrativa convencional. La autora emplea una voz cercana y fluida que invita a la introspección, pero sin caer en la solemnidad. Sus reflexiones -a menudo fragmentarias y digresivas- confieren a la novela una estructura híbrida, más parecida a un diario o un ensayo literario: por sus páginas transitan Virginia Woolf, Joan Didion, Flannery O'Connor, Rilke, Annie Ernaux, Proust, Perec, Brecht, Kerouac, Sylvia Plath o Jane Goodall. Este estilo, lleno de reflexiones y digresiones, desarma la estructura tradicional de la novela y nos invita a leerla como una conversación íntima sobre cuestiones enormemente relevantes. 

Un libro que, con sutileza y empatía, nos recuerda que incluso los pequeños actos de bondad pueden devolvernos un sentido de pertenencia en un mundo marcado por el aislamiento.
 
"Cuando era joven creía que era importante recordar lo que ocurría en cada novela que leía. Ahora sé la verdad: lo que importa es lo que experimentas al leerla, los estados de ánimo que evoca la historia, las preguntas que te vienen a la mente, no tanto los hechos ficticios que se describen. Esto te lo deberían enseñar en el colegio, pero no lo hacen. En cambio, siempre hacen hincapié en lo que recuerdas. De no ser así, ¿cómo podrías escribir una crítica? ¿Cómo lograrías aprobar un examen?".

Pues eso. Una novela para experimentar sensaciones sanadoras:

"Me preguntaron: Quién te gustaría que escribiera la historia de tu vida?
Alguien con un estilo magnífico y un gran corazón capaz de amar y perdonar".

Esa es Sigrid Nunez.

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