domingo, 14 de febrero de 2021

Apuko, Ganeroitz y Akatza

Aviso para caminantes: puede que hoy me haya levantado particularmente primitivista, como si hubiera sido poseído por el espíritu de John Zerzan.
Una mañana espléndida aunque muy ventosa, que he aprovechado para ascender desde el barrio de Zamundi por el mismo camino del domingo pasado, atravesando el hermoso encinar y ascendiendo hasta la pista por la que entonces me dirigí hacia Sasiburu. Pero esta mañana he subido hasta Apuko, desde ahí hasta el Ganeroitz, para regresar a Apuko pasando por el Akatza.

 
Subiendo por el encinar.

El sol empieza a salir por mi espalda, pintando las rocas de un suave color dorado.

Superado el encinar, a la izquierda el Ganeroitz, a la derecha Apuko.
Y en medio de ambos asoma Eretza.
Apuko.
Ganeroitz desde el buzón de Apuko.
Y aquí es donde Zerzan se ha adueñado de mí. Toda la pendiente que lleva hasta el Ganeroitz estaba destrozada por las rodadas de las motos. ¿Para cuándo una regulación severa del uso de estas máquinas en los montes? Contaminan con su combustión y ruído, erosionan el suelo: no concibo que nadie piense de verdad que cuando sale al monte con una moto a toda velocidad lo hace para disfrutar de la naturaleza. 
 
 Cumbre del Ganeroitz, con el Eretza al fondo.

En el buzón he encontrado esta nota, firmada por @mendihitzak. Veo en Instagram que se trata de una preciosa iniciativa que combina la reflexión y la montaña. ¡Qué diferencia con la agresión a la naturaleza que supone la práctica del motocross! He vuelto a dejarla en el buzón, para disfrute de quienes pasen por aquí otro día.

Y, claro, si había rodadas al subir por una vertiente, también las hay al bajar por otra. Qué desastre.

Soplaba fuerte el viento y una bandada enorme de buitres aprovechaba las corrientes para sobrevolarme a toda velocidad.

Mucho más elegantes (y silenciosos) que un helicóptero que también ha hecho un viaje de ida y vuelta mientras yo caminaba.

Por ahí asoma el Gran Bilbao.
Peña de Angulo.
El Eretza asoma entre los pinos.
Panorámica del paseo del domingo pasado.
Ahí abajo, desdibijado por el resplandor del sol, está el Akatza.
Bajo el Akatza, el viento ha derribado uno de los dos o tres pinos que aún se mantienen firmes en el collado.


Buzón del Akatza, con Ganekogorta y Gallarraga al fondo.

Eretza desde Akatza.
Apuko desde Akatza.

Zoom a Apuko desde Akatza.

Ganeroitz desde Akatza.

Regresando a la base de Apuko.
Akatza y Ganeroitz, desde Alonsotegi.

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