miércoles, 14 de octubre de 2020

Hasta siempre, querido Juan

Empecé a conocer a Juan en 2003, con motivo de una entrevista que, junto con Antonio Duplá, me hicieron para la revista Hika. De Antonio conocía sus siempre interesantes artículos en la revista; de Juan no sabía nada. Pero fue conocerlo y apreciarlo.

Juan fue profesor del Departamento de Física Aplicada II de la UPV/EHU, en el área de Física de la Materia Condensada... ahí es nada. Apasionado por la informática y el cine, tras su jubilación desplegó generosamente todo su saber, su pasión y su sensibilidad en un sinfín de iniciativas. 

Con su envergadura y su barba Lincoln, Juan era un capitán Ahab persiguiendo grandes cachalotes blancos, pero no para arponearlos, sino para conocerlos, investigarlos, comprender su furia, reconducirlos al espacio de la conversación civilizada, arte que Juan dominaba como pocas personas y del que disfrutábamos cada vez que nos juntábamos en torno a una mesa convocados por Zubiburu.

Bloguero irónico en Linda Caritza Street, donde aún podemos recuperar muchas de sus preocupaciones y reflexiones, Juan hizo de su propia vida, de su experiencia militante, un repositorio de sabiduría, tolerancia y sano escepticismo.

Libro Otxarkoaga: Retratos.


Alguna vez se presento a sí mismo como "cooperante consorte" en una comunidad indígena del norte de Nicaragua, Mozonte, y de su experiencia militante y de su conocimiento de la realidad nicaragüense extraía orientaciones éticas que compartía con tanta generosidad como modestia,sin pontificar, siempre con ánimo conciliador y constructivo:

"Allí había sandinistas, de la contra, liberales... Hasta no hacía mucho se habían estado matando entre ellos. Se conocían de haber estado frente a frente. Y en la junta de comunidades estaban todos. Trabajaban, tenían un interés común. Así que si ellos lo hacían, se puede hacer. Pero hace falta un gran esfuerzo. Y hay un orden. Lo primero es que ETA tiene que dejar claro que ha dejado el asunto. Y con el tiempo, también el Estado tendrá que reconocer que hay algunas cosas que hizo mal. Una comisión de la verdad ayudaría, porque no puede haber nadie que se escape sin explicar lo que hizo". 

"No podemos echar la culpa en exclusiva a los que están en la cárcel. Hay mucha gente, y entre ellos a lo mejor yo, que en un momento no nos parecieron del todo mal las acciones de ETA. Hay que tener en cuenta que esos que están en la cárcel lo pudieron hacer porque encontraron una cierta complicidad fuera. Luego, los demás fuimos despertando, siempre mal y tarde".

Con Nicaragua, Nicaragüita siempre en su corazón, el "vasco-español" Juan Zubillaga dirigió el corto "La chigüina que quería aprender" y produjo el documental “Sergio Ramírez, la herencia de Cervantes en Centroamérica”. Y hace unos meses volvió a ponerse detrás de una cámara para grabar el documental "Mujeres de barrio", que la semana que viene se estrenará en Bilbao. Entre las mujeres entrevistadas para el documental está mi ama, que inmediatamente conectó con Juan; en las dos o tres ocasiones en las que posteriormente nos hemos juntado para comer no han faltado unas tostadas de crema "para tu amigo Zubi", que tanto aprecio hizo de las habilidades reposteras de mi madre.

Conocí a Juan demasiado tarde, aunque me precio de haber compartido con él una profunda amistad. Solo ahora he sabido de que su segundo apellido era Esperanza. Recuerdo el paseo que dimos por las marismas de Santoña, los últimos libros compartidos. Cuando ayer supe de su fallecimiento, repase los poemas de Ernesto Cardenal y me quedé con este:

Salmo 1 

Bienaventurado el hombre que no sigue las consignas del Partido
ni asiste a sus mítines
ni se sienta en la mesa con los gangsters
ni con los Generales en el Consejo de Guerra
Bienaventurado el hombre que no espía a su hermano
ni delata a su compañero de colegio
Bienaventurado el hombre que no lee los anuncios comerciales
ni escucha sus radios
ni cree en sus slogans.

Será como un árbol plantado junto a una fuente.

Zubi maitea, beti arte. Zure bizitza emankorra izan da eta zure lagunek zure galera negar egiten dugu, baina zu ezagutu izana ospatzen dugu.

4 comentarios:

Ricardo dijo...

Le conocí poco pero me pareció una persona de gran vitalidad y generosidad

Imanol dijo...

Lo era, Ricardo: generoso y vital.
Un saludo.

Vicente Huici Urmeneta dijo...

https://blogs.deia.eus/el-paseante/2020/10/15/el-pasado-de-una-ilusion/

Anónimo dijo...

Imanol. Soy Karla. Necesito tu ayuda. Por favor si puedes escribirme a mi correo karlaigorzumaia@gmail.com. Te agradezco de antemano tu tiempo