Uno se apoya en la mochila. Porque en el momento en que nos quitamos el peso de nuestros hombros no sabemos enderezarnos enseguida; ¡pues resulta que era el peso lo que antes nos daba seguridad y equilibrio! [George Simmel]
jueves, 25 de septiembre de 2014
Ciudad abierta
Ciudad abierta contiene una(s) hermosa(s) historia(s) en el marco de una gran urbe como es Nueva York.
Su autor, nacido en Michigan de padres nigerianos, criado en Nigeria, retornado a Estados Unidos en su juventud, mira a la ciudad a veces con distancia, otras con cercanía, pero sin olvidar nunca que la ciudad es fundamentalmente un ecosistema relacional, lo que las personas que la habitan hacen en y con la ciudad.
Hay momentos en los que parece referirse a asuntos como algunos de los que hemos planteado recientemente.
Como esta reflexión:
"Me preguntaba si yo no era ya uno de esos que interpretaban de más. En parte, porque sospechaba que cierto humor social impulsaba cada vez a más personas al juicio instantáneo y la opinión apresurada, a un espíritu anticientífico, y me parecía que al viejo problema de la incompetencia matemática masiva se estaba sumando una incapacidad más general para evaluar pruebas. Era una oportunidad de negocios rápidos para los especialistas en prometer soluciones inmediatas: políticos o sacerdotes de diversas religiones. En particular, muy rentable para los que desearan aglutinar a gente en torno a una causa. Cuál fuese la causa daba casi lo mismo. Lo único que importaba era la militancia".
O como esta otra:
"Esto está muy concurrido, ya ves. No sólo de gente que envía saludos de Año Nuevo, muchos llaman a sus casa por el Eid. Hizo un gesto hacia la pantalla que tenía detrás, con el registros de las llamadas de las doce cabinas en aquel momento: Colombia, Egipto, Senegal, Brasil, Francia, Alemania. Parecía de novela que un grupo de gente tan pequeño pudiera llamar a un espectro de países tan amplio. Viene siendo así desde hace dos días, dijo Faruk, y es una de las cosas que me gustan de trabajar aquí. Es una prueba de lo que creo: la gente puede vivir junta si dejar de mantener intactos sus propios valores. Ver tal cantidad de individuos de sitios diferentes me toca la fibra humana y la intelectual.
[...] Creo a rajatabla en eso, que la gente puede vivir junta, y quiero entender cómo hacerlo posible. Pasa aquí, en esta tienda, a pequeña escala, y lo que quiero es entender cómo puede pasar a una escala mayor".
Una excelente lectura.
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