Mapa de soledades
Seix Barral, 2024
"Tal vez ese sea el motivo por el que las políticas gubernamentales contra la soledad no estén teniendo demasiado efecto. Se concentran solo en asistir a los sujetos concretos que la padecen, en lugar de comprender que su malestar es una consecuencia de nuestra forma de entender la relación entre el individuo y su sociedad".
Juan Gómez Bárcena nos presenta una obra reflexiva y profunda que se sitúa entre el ensayo filosófico y la exploración sociológica, trazando una atractiva cartografía conceptual y emocional sobre la soledad como experiencia universal, íntima y social.
La soledad, como tema central, se despliega a lo largo del libro en múltiples formas: como elección, como imposición y como fenómeno cultural. El autor aborda el tema con una mirada interdisciplinaria, explorando sus manifestaciones a través de la literatura, la filosofía, el arte y la vida cotidiana.
El ensayo está dividido en capítulos que funcionan como pequeños mapas temáticos: la selva, la ciudad, la isla, el hogar, el océano, el jardín, el desierto, el cosmos, la frontera, los casquetes polares, la cumbre, la terra incógnita, la piel. Espacios o ámbitos en los que la soledad (las soledades, pues el plural es más apropiado para este libro) se presenta de muy distintas maneras. Qué curioso, por cierto, esto de la presencia de la soledad...
Por las páginas de este libro transitan o aparecen Virginia Woolf (no sólo por lo de la habitación...) y Whalien 52, una solitaria ballena que parece no ser capaz de comunicarse con sus congéneres; Robinson Crusoe y los campos de concentración; exploradores árticos y Thoreau; asesinos seriales y Emily Dickinson; soldados japoneses olvidados en las islas del Pacífico, eremitas o madres permanentemente acompañadas que sueñan con un momento de dichosa soledad; supermercados con cajas rápidas y lentas para quienes quieren, o no, "perder tiempo" intercambiando un par de palabras con las dependientas; soledades productivas e improductivas, destructoras o creativas, soledades escogidas y soledades experimentadas como una condena.
Las páginas 386 a 388, en las que reteje la multitud de referencias, situaciones y personajes que han ido apareciendo en el libro, son brillantes.
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