sábado, 30 de diciembre de 2023

Madre Irlanda

Edna O'Brien
Madre Irlanda
Fotografías de Fergus Bourke
Traducción de Regina López Muñoz
Lumen, 2021
 
"[...] Irlanda es incorpórea como las diosas con que sueñan los poetas, las que los guían por curiosos círculos. Vivo fuera de Irlanda porque algo dentro de mí advierte de que podría detenerme si viviese allí, de que podría dejar de percibir lo que ha significado poseer semejante legado, de que podría caer en la placidez cuando en realidad deseo nuevamente y por motivos que me resultan indefinibles hollar ese mismo camino, ese mordaz camino de la infancia, con la esperanza de hallar alguna pista que pueda, o quiera, posibilitar el avance que nos devuelve a nuestro hogar y nuestro estado de conciencia originales, a la inocencia radical del instante previo al nacimiento".


Relato autobiográfico en el que Edna O'Brien (Tuamgraney, Condado de Clare, 1930) rememora su infancia y adolescencia en la Irlanda profundamente nacionalcatólica de los años treinta y cuarenta del siglo XX, hasta su "huida a Inglaterra" en 1954.

Una mirada muy crítica a la familia ("La martirizada madre irlandesa y el delirante y desenfrenado padre irlandés no son arquetipos que solo aparecen en las obras de escritores exorcizados, sino figuras habituales en las familias de todo el territorio"), a la sexualidad reprimida ("El cortejo era una aventura desesperada que se llevaba a cabo a duras penas en ciénagas y lodazales, al abrigo de setos húmedos"), a su educación en un convento de monjas ("Trasponer la verja y oír al encorvado portero correr el pasador era dar un paso del que no podrías retractarte durante cinco largos años"), a la mistificación histórica ("siempre los mismos temas abrumadores: victimización, incomprensión, revoluciones abortadas, delatores, caos y chapuzas, instrucciones mal entendidas en el fragor de la batalla"), a la cultura alcohólica ("beber era el deporte nacional, y los hombres siempre estaban tambaleándose o aliviándose contra un muro o dentro de la taberna, cantando y pidiendo más"). 
 
La misma Irlanda reflejada en su famosa trilogía conocida como "las chicas de campo", compuesta por las novelas Las chicas de campo, La chica de ojos verdes y Chicas felizmente casadas.
 
Pero una mirada llena de lirismo, con descripciones deslumbrantes acompañadas por las preciosas fotografías de Fergus Bourke.

 




Eldorado

Laurent Gaudé
Eldorado
Traducción de Jordi Martín Lloret
Salamandra, 2007

"Bubakar echa a andar. Sin pronunciar palabra. Señalando con el dedo hacia el oeste, se limita a decir:
-Por ahí.
Contemplándolo me doy cuenta de que cojea de la pierna izquierda. Me entran ganas de reír. Un hombre apaleado y un cojo se encaminan hacia Argelia, Marruecos y España. Sin nada a la espalda. Somos dos siluetas improbables y salimos al asalto del mundo infinito. Sin agua. Sin mapas. [...] Caminamos. Pese a su pierna lisiada, Bubakar avanza con la seriedad de los locos. Yo sigo a mi guía enajenado. Da igual. Que los lagartos se rían de nosotros. El mundo es demasiado grande para mis pies, pero continuaré andando".


Tiene ya unos años este libro pero su temática no ha perdido actualidad. Desgraciadamente.
 
En Sudán, el joven Soleimán emprende, junto con su hermano Yamal, el largo y peligroso viaje que les llevará, así lo sueñan, hasta Europa. Pero la realidad es experta en triturar los sueños de las personas migrantes. Por su parte, en Sicilia, el comandante Salvatore Piracci, responsable de una fragata que patrulla el Mediterráneo para controlar la frontera sur de Europa, decide abandonarlo todo ("No puedo soportar esas miradas de súplica infinita y luego decepción. Esas miradas de miedo y devastación. No quiero") y emprender, en una pequeña barca de pesca, el camino inverso que hacen las y los inmigrantes. Ambos se cruzarán por azar en la localidad argelina de Ghardaia y ese encuentro será como si las vidas de ambos se intercambiaran.

"Me he equivocado. Ninguna frontera es fácil de cruzar. Siempre hay que dejar algo atrás. Creíamos que podríamos pasar sin la menor dificultad, pero para abandonar el país de uno hay que arrancarse la piel. Y el hecho de que no haya alambradas ni puesto fronterizo no cambia nada. Yo he dejado atrás a mi hermano, como un zapato que se pierde en la carrera. Ninguna frontera te deja pasar sin más. Todas hieren de un modo u otro".

Salir de la niebla para volver a ella

"¡Extraño, vagar entre la niebla!
Solitario está cada arbusto y piedra,
ningún árbol mira al otro,
cada uno está solo"
.
 
Hermann Hesse, "En la niebla", Antología poética, Ediciones Librerías Fausto, Buenos Aires, 1974. Traducción de Rodolfo E. Modern
 
 



 



















viernes, 29 de diciembre de 2023

Los hechizos perdidos

Robert Macfarlane y Jackie Morris
Los hechizos perdidos
Traducción de Andrés Catalán
Nórdica Libros, 2023 

"Que las cosas se pierdan es la música constante de nuestra época, difícil de ignorar y difícil de soportar. Criaturas, lugares y palabras desaparecen, día tras día, año a año. Pero en los tiempos oscuros siempre han existido canciones… y la capacidad de maravillarse es necesaria ahora más que nunca. «Encantar» significa a la vez hacer magia y entonar una canción. Que estos hechizos resuenen, pues, por todas partes; pronuncia sus palabras y busca su arte, deja que el mundo salvaje se adueñe de tus ojos, de tu voz y de tu corazón".


Robert Macfarlane es uno de los más destacados escritores de naturaleza y un habitual de este blog. Jackie Morris es una escritora e ilustradora británica cuya obra, desconocida para mí hasta ahora, es de una belleza fuera de lo común. 
 
En esta ocasión sus ilustraciones acompañan, o son acompañadas, por los poemas de Macfarlane. Poemas dedicados al zorro rojo, al zapapito, al haya, a la golondrina, al duramen de los árboles, a la foca gris, a los vencejos, a la grajilla, al abedul, al picapinos, a la liebre, al tojo, al alcatraz, al jilguero, a la garceta, al roble, a la lechuza, al arrendajo... Poemas que son nanas, hechizos y conjuros, textos cantarines pensados "para pronunciar en voz alta", como se nos indica al inicio del libro. Un libro que es un abrazo, un libro-joya, ideal para acompañarnos en las tardes de invierno.






jueves, 28 de diciembre de 2023

Radicalizado

Cory Doctorow
Radicalizado: Cuatro distopías muy actuales
Traducción de Miguel Temprano García
Capitán Swing, 2022

"Martin sabía que el Suceso era inminente. Lo cierto era que el mundo ya no necesitaba a toda esa gente, y el mercado lo había dejado muy claro, empujándolos a sitios cada vez más pequeños e incómodos. [...]
Hay que reconocerles a los socialistas que lo vieron venir. Sabían que el mundo se dirigía a un estado en el que el número de betas y gammas que necesitaban los alfas para que los sistemas siguieran funcionando superaría con mucho la demanda, y que esas personas innecesarias irían siendo apartadas, primero poco a poco y luego de golpe. Aunque no se dejarían apartar sin pelear, claro. ¡Claro! ¿Quién lo haría?
Era como la gentrificación de los barrios, pero a gran escala".

 
A lo largo de mi vida he leído mucha, muchísima ciencia ficción, pero hacía tiempo que no encontraba nada nuevo que me enganchara o, al menos, me entretuviera mínimamente. Hasta que he dado con el canadiense Cory Doctorow, cuya obra apenas si se ha publicado en España. Radicalizado es, si no me equivoco, su libro más reciente. Cuatro relatos muy diferentes entre sí vinculados por el protagonismo que en todos ellos tiene la tecnología. Un protagonismo en absoluto liberador, en la línea de Black Mirror.
 
En el primer relato, "Pan no autorizado", las empresas fabricantes de electrodomésticos han conseguido fabricar unos aparatos que sólo funcionan si se utilizan en combinación con otros productos de las mismas empresas: el horno con un determinado tipo de pan, el lavavajillas para platos de una cierta marca, la lavadora con un cierto detergente... Cuando las empresas fabricantes de estos electrodomésticos quiebran como consecuencia de complejas operaciones especulativas ejecutadas por un gigantesco fondo buitre, volviéndolos inutilizables, la protagonista, Salima, consigue hackear su horno ("Podría lavar los latos en el fregadero, pero ¿cómo diablos se suponía que iba a hacer las tostadas, con una vela?") haciéndose con el control del mismo: "Era un nuevo tipo de horno, un horno que aceptaba órdenes en lugar de darlas". Tras este logro Salima desbloqueará su lavavajillas, su lavadora y, tras estos, los electrodomésticos de sus vecinas, inmigrantes y refugiadas como ella misma, llegadas a Boston procedentes de diversos países de Oriente Medio y de África. Después vendrán los ascensores de las Torres Dorchester, donde residen, unos edificios fuertemente segregados en los que los elevadores "dan prioridad a la parte del edificio con alquileres a precios de mercado", mientras que las habitantes de rentas sociales  o subsidiadas debían esperar largo tiempo hasta poder utilizarlos. Llevar la "libertad tecnológica a sus hogares" se ha convertido en el centro de la vida de Salima: "tomar el control de la tecnología que la rodeaba, la que utilizaban aquellas fuerzas lejanas y sin rostro para tomar el control sobre ella". Una oportunísima reflexión sobre las restricciones de libertad personal que asumimos, tantas veces sin reflexionar sobre ello, cuando usamos la tecnología.

En el segundo relato, "Una minoría modélica", un súper héroe de origen extraterrestre de gran parecido a Superman llamado "el Águila Americana" se enfrenta a la policía de Staten Island cuando cuatro patrulleros blancos propinan una brutal paliza a un conductor negro, al que hieren gravemente y acusan falsamente de resistencia y de posesión de drogas. "Sólo quiero asegurarme de que un hombre tiene un juicio justo", le dice a Bruce, un playboy multimillonario compañero (secreto) de el Águila "de la misma larga guerra contra el crimen y los supervillanos". Pero esta vez Bruce no apoya su lucha: "Tu causa es buena. Pero esto no lo puedes ganar. Tienes que entenderlo. No puedes interponerte entre ese pobre desgraciado y lo que le va a hacer el sistema". Ni siquiera siendo un súper héroe.

El tercer relato, "Radicalizado", cuenta la historia de un hombre indignado cuando descubre que su seguro no cubre el tratamiento que podría dar alguna esperanza de supervivencia a su esposa diagnosticada de cáncer: "Joe estaba furioso. No podía enfadarse con el cáncer, pero podía enfadarse fría y mortalmente con la compañía de seguros y sus empleados. Trabajaba en una empresa de primer nivel que figuraba en la lista de Fortune de las cien mejores compañías, y había contratado el paquete de seguros más caro -cada mes le quitaban más de mil quinientos dólares de su nómina para pagarlo-, y ahora un hijo de puta sin rostro había decidido que ni siquiera iban a intentar salvar a su mujer de una muerte grotesca y dolorosa". Enganchado al foro "Que le Den Por Culo al Puto Cáncer de Mierda", un foro online "para gente muy cabreada cuyos allegados estaban muertos o muriéndose" se introducirá en un oscuro mundo en el que la violencia terrorista empieza a plantearse como la única opción frente a un sistema sanitario absolutamente mercantilizado.

El cuarto y último relato, "La máscara de la muerte roja", es la recreación del famoso relato homónimo de Edgar Allan Poe en un presente amenazado por el colapso ecosocial, donde un grupo de preparacionistas (o supervivencialistas) se encierran en un refugio denominado "el Fuerte del Día del Juicio Final", dotado de las medidas de seguridad más sofisticadas. No solo el título, también el final está calcado del relato de Poe.

Cuatro historias cargadas de ingenio, mala leche y crítica anticapitalista. 


lunes, 25 de diciembre de 2023

Yo soy Jesús

Giosuè Calaciura
Yo soy Jesús
Traducción de Miguel Ros González
Editorial Periférica, 2022

"Si pienso en los momentos más importantes de mi vida, en las encrucijadas, en las elecciones que, como una cadena, me empujaron a tomar nuevas decisiones, no puedo evitar en lo fortuito que resulta todo. Ninguna señal, ningún aviso, ningún itinerario claro".


Más allá de su dimensión religiosa, la figura de Jesús tiene una potencia que la literatura no ha dejado de apreciar. Pensemos en obras como La última tentación de Cristo de Nikos Kazantzakis, El Evangelio según Jesucristo de José Saramago, El Evangelio según el hijo de Norman Mailer, Jesús de Endo Shusaku, Rey Jesús de Robert Graves, Barrabás de Pär Lagerkvist o, más desconocida pero muy destacable, María de Sholem Asch, en la que es esa inmensa mujer, reducida en ocasiones a mero receptáculo de la voluntad divina o elevada en otras a la condición de un ser celestial desencarnado, la que ilumina y pauta toda la vida de su hijo.

También en esta novela de Calaciura brilla con luz propia la figura de María, junto con la de otras mujeres fundamentales en la vida (ficcionada pero plausible) de Jesús. Como Delia, de la que se enamora y con la que soñará una vida bien distinta de la que finalmente tuvo. Calaciura novela un Jesús plenamente humano, atravesado por el dolor de un padre que lo abandona, que deja de creer en el Dios en cuya fe había sido educado ("Yo llevaba años sin rezar. Había perdido cualquier contacto con esa parte de mí que mi madre había cuidado y cultivado desde que era un niño"). Un Jesús angustiado, indignado con las injusticias de su tiempo, sometido a tensiones que escapan a su control. Hasta que abandona definitivamente la casa de su madre: "Pero ahora, en este mismo momento, descubro que mi vida, si es que ha sido mía alguna vez, ya no me pertenece"
 
Al despedirse, Calaciura compone una escena que recuerda muchísimo otra que encontramos en el libro de Asch: "María no dijo nada más. Fue a su dormitorio y tomó el saco de viaje de Jesús que colgaba de una clavija de madera. Colocó en ella el tallith y el tefillin de su hijo, una camisa y provisiones para el camino. Luego, ató el bulto al báculo, volvió a la habitación principal y colocó todo sobre el banco. Tienes razón, Jesús -dijo-. Entre los árboles y las plantas, Dios me envió la gracia de que conociera su voluntad" (Sholem Asch, María, Edhasa 1996; traducción de Joaquín Urnieta). Por su parte, esto es lo que escribe Calaciara: "Mi madre ya me ha preparado una muda, un poco de comida robada a su hambre y agua fresca, recién recogida, para el viaje. Me entrega la bolsa que mi padre cosió para guardar mis juguetes de niño. Se despide de mí, convencida de que haré su voluntad". En ambos casos, la despedida de su madre llevará a Jesús a las orillas del río Jordán, donde Juan el Bautista le descubrirá cuál es el sentido de su existencia.

"Cuéntales a todos que eres mi hijo, fruto de mi vientre", le recuerda María al despedirse. Hoy seguimos recordándolo.

Pagasarri Berri On!

Soy una de las cientos de personas que ayer subieron al Pagasarri. Soy una de las sosas: no llevaba, como sí lo hicieron otras muchas, gorrito de navidad, cuernos de reno, peluca, disfraz o espumillón. Yo fuí con mi ropa de monte comme il faut 😁 Pero pude compartir con todas ellas el privilegio de una preciosa mañana de montaña en un espacio natural que, por más que lo recorra, nunca me aburre. Como siempre me acerqué a saludar a Rafa, luego pasé por la cumbre, especialmente concurrida, y bajé hacia Pastorekorta y, después, por Arnotegi.