sábado, 22 de junio de 2019

Cuatro miradas sobre el mal


Craig Russell
El aspecto del diablo
Traducción de Enrique Alda
Roca Editorial, 2019

Me introduje en la lectura de este libro con muchísimas ganas. He leído varias novelas de Russell y me han gustado, sobre todo la serie protagonizada por el investigador privado Lennox. Por si fuera poco, la historia sobre la que gira el libro es una investigación sobre un cruel asesino en serie que actúa en la Praga de 1935, con el trasfondo del ascenso del nazismo en la vecina Alemania. Sin embargo, no ha colmado mis expectativas. Se lee bien, entretiene, está escrito con oficio, faltaría más, y hay momentos muy bien resueltos, pero el conjunto me deja un regusto a simpleza, a intento no cumplido.
Nada que ver con la magistral La hora estelar de los asesinos, de Pavel Kohout, con la que comparte escenario.


Ödön von Horváth
Juventud sin Dios
Traducción de Isabel Hernández
Nórdica, 2019

Publicada originalmente en 1937, esta inquietante novela capta perfectamente el tono moral que hizo posible el nazismo.
Un maestro de Historia y Geografía revisa las respuestas de sus alumnos a la pregunta de por qué Alemania debería tener colonias cuando se encuentra con una redacción cuyo contenido le provoca un profundo rechazo. Sin embargo, un sentimiento de prudencia le lleva a no expresar abiertamente este rechazo:

Pero ¿qué es lo que escribe N?
"Todos los negros son ladinos, cobardes y vagos".
¡Demasiado absurdo! ¡Lo tacho!
Y voy a escribir con tinta roja en el margen: "¡Generalización redícula!... Entonces me detengo. Cuidado, ¿acaso no he oído hace poco en alguna ocasión esta frase sobre los negros? Pero ¿dónde? Exacto: salía del altavoz del restaurante y casi me quitó el apetito.
Así que dejo estar la frase, pues lo que se dice en la radio ningún maestro puede tacharlo del cuaderno.
Y mientras sigo leyendo, no dejo de orir la radio: susurra, aúlla, ladra, arrulla, amenaza... y los periódicos lo reproducen y los chiquillos lo copian.

Pero en el momento de devolver a los alumnos los ejercicios corregidos, no puede evitar advertir a N que "Los negros también son seres humanos", lo que provocará la airada queja del padre del alumno y la reconvención de la dirección del colegio.
A partir de aquí, la novela profundiza en un mundo opresivo de mentiras y engaños. Un mundo conformado por "Divisiones de individuos sin carácter a las órdenes de idiotas. Marcando el mismo paso"... contemplados en silencio por una multitud silenciosa de cobardes.


David Grann
Los asesinos de la luna
Traducción de Luis Murillo Fort
Penguin Random House

Reconstrucción periodística, escrita como si de un thriller se tratara, de otro oscurísimo episodio de la historia reciente de Estados Unidos.
Cuando los indios osage fueron recluidos a finales del siglo XIX en un yermo territorio de Oklahoma nadie pensaba que, años después, en esas mismas tierras se iban a descubrir ricos yacimientos petrolíferos. Como consecuencia, a principios del siglo XX los osage se enriquecieron arrendando sus parcelas a prospectores blancos deseosos de explotar el codiciado oro negro.
Pero, como si de una versión gore de la maldición de los recursos se tratara, los osage empezaron a ser estafados a través de un sistema legal de tutelaje según el cual los indios eran considerados incompetentes para gestionar sus bienes, de manera que se les adjudicaba un tutor blanco (habitualmente empresarios, rancheros, abogados y hasta políticos) que gestionara su dinero. Una investigación oficial descubrió que hasta 1925 "los tutores de indios osage habían sacado fraudulentamente de las cuentas restringidas de sus tutelados osage al menos ocho millones de dólares".
La cosa no quedó ahí. La avaricia de sus vecinos blancos llegó a tales extremos que decenas de indios fueron asesinados para controlar sus parcelas. La investigación de estos asesinatos corrió a cargo de una agencia federal recién creada en 1908: el FBI, dirigida por J. Edgar Hoover, que se empeñó en resolver los asesinatos como táctica para legitimarse y ganar poder frente a las policías estatales y locales.
Como denuncia el autor: “Las instituciones blancas y el establishment universitario borraron esta tragedia de la narración histórica establecida porque las víctimas eran indias. Cuando conoces a los descendientes osage empiezas a comprender el infierno que vivieron, historia viva para ellos, una masacre que no ocurrió hace 300 años sino en pleno siglo XX”.


Andrea Camilleri
El carrusel de las confusiones
Traducción de Carlos Mayor
Salamandra, 2019

Una joven empleada de una sucursal bancaria de Vigàta denuncia haber sido narcotizada, raptada y posteriormente liberada sin haber sufrido ningún tipo de robo o abuso. A esta le seguirá otra, con un perfil idéntico a la primera. El comisario Montalbano afronta una investigación que apunta al principio a una trama mafiosa, pero que acabará enredándose en un escenario de amores y desamores, engaños y pasiones, no por ello menos cruel ni violento.
Como todas las anteriores novelas de la serie Montalbano (esta hace la número 28), la historia funciona como un perfecto mecanismo de relojería. Aunque a Montalbano se le nota el paso de los años, no ha perdido un ápice de su ingenio, su apetito y su mala leche. Suspense y humor garantizados.

Emergencia climática ¡ya!


Ayer nos sumamos a la convocatoria de Fridays for Future en Bilbao para exigir al Ayuntamiento y al conjunto de instituciones vascas la declaración de emergencia climática.

No podemos esperar a que los individuos reduzcan su huella ambiental por su cuenta. La sociedad, los gobiernos, las instituciones y por tanto todos los colectivos, tienen que trabajar para facilitar no sólo un estilo de vida sostenible, sino también luchar de manera activa contra la crisis climática. En consecuencia, este hecho pone en el punto de mira a los ayuntamientos, quienes como representantes del pueblo, tienen la responsabilidad de dar la voz de alarma ante la Emergencia Climática que tenemos delante.
El último informe del IPCC fue claro: tenemos hasta 2030 para tomar medidas sustanciales que combatan la crisis climática de manera efectiva. El momento de actuar es ahora. De no hacerlo, las consecuencias podrían ser devastadoras, desde la denominada sexta extinción masiva a la acidificación de los océanos o subida del nivel del mar. Cabe destacar también que la costa de Euskadi tiene una altísima exposición y vulnerabilidad a los riesgos derivados del cambio climático, lo que tendrá efectos sobre la vida de la población, la actividad económica y el medio natural.
Es por ello que creemos que, siguiendo los ejemplos de Londres, Liverpool, Edimburgo, Milán, Nápoles y Ottawa, entre otros, y escuchando las demandas del pueblo vasco; es urgente y de vital importancia que los ayuntamientos vascos reconozcan y declaren el estado de Emergencia Climática.
Esta declaración tiene como objetivo principal dotar al debate climático de un espacio dentro de la política vasca, española, europea y global que hasta ahora le ha sido negado. También busca dar ejemplo a otros gobiernos, universidades, instituciones y otros organismos para que hagan lo mismo. Además, es un primer paso para futuras mejoras en los municipios de Euskadi en este sentido, desde la reducción de las emisiones de CO2, pasando por una intensificación de las campañas de reciclaje y reutilización. También serviría para alertar a la sociedad sobre la necesidad de actuar ante la crisis climática.
Por tanto, pedimos que se declare el Estado de Emergencia Climática en los ayuntamientos vascos y que se implementen medidas efectivas e inmediatas para poder afrontar esta crisis y poder construir una sociedad más sostenible.


Saqué algunas fotos...






 (Bueno, esta es de Marijo)

...pero el reportaje gráfico de calidad, como siempre, nos lo ofrece Ecuador Etxea, periodismo ciudadano y crítico imprescindible.

martes, 18 de junio de 2019

Bolintxu

¿Una selva en Bilbao? Sí: Bolintxu. Merece la pena conocerla. Pero es nuestra obligación cuidarla.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

domingo, 16 de junio de 2019

Zalama

El Zalama (1.343 m.) es la tercera cumbre más alta de Bizkaia, tras Gorbea y Aldamin. Enclavado en la divisoria misma entre Bizkaia, Burgos y Cantabria, se trata de una mole herbosa cuya ascensión no presenta ninguna dificultad. Su mayor aliciente son las espectaculares vistas que nos acompañan en todo momento.


A las 8:30 he dejado el coche en el mirador del puerto de Los Tornos (918 m). La cumbre del Zalama se aprecia perfectamente desde ahí. No hay pérdida.


Toca subir desde el principio. Una empinada pala nos anuncia el terreno que vamos a pisar hasta la misma cumbre: cuestas pronunciadas, de hierba sobre tierra blanda, oscura y rica en nutrientes.

 

A por la segunda pala. 


Valle de Karrantza.


Lanestosa.


Un pequeño esfuerzo más y llegamos al Alto de las Canales (1.355 m.).




Desde el Alto de las Canales hay que descender unos metros para luego coger la última cuesta hasta la cima. En el collado nos encontramos con la pista que sube desde el pueblo de San Pelayo.


Castro Grande y el inconfundible Diente del Ahorcado.




Un poco antes de llegar a la cima pasamos junto al Mojón de Zalama, que indica el punto donde se encuentran los valles de Mena, Soba y Karrantza, y la merindad de Montija.






Cima.




Desde la cumbre se aprecia la base militar de vigilancia aérea construida sobre el Picón del Fraile (1.619 m.), en Lunada.


A pocos metros de la cima está la delicada turbera del Zalama.














Laredo, desde el Alto de las Canales.


Panorámica: desde Lunada hasta Zalama.


Durante todo el camino me han acompañado las alondras, con sus alegres trinos y sus vuelos acrobáticos.

 


También algunas hermosas mariposas.



En el descenso me he entretenido observando una bandada de buitres, posada en uno de los collados. Entre ellos había también algunos alimoches.












También he podido fotografiar esta otra rapaz: ¿tal vez un milano negro? No lo sé...




Cuando llegaba al puerto de Los Tornos me ha llamado la atención una casa derruida junto a la carretera, así que al regresar me he detenido un momento a hacer unas fotos. En su tiempo fue un edificio de la Diputación de Santander. Tuvo que ser muy bonito.






Vestigios nostálgicos del pasado. Como este "escarabajo" aparcado junto al mirador de Los Tornos.