Municipios gobernados por los conservadores eliminan del callejero la denominación País Valenciano.
"¿Quieres que se cambie el nombre de la avenida del País Valenciano?" Esta es la pregunta que el Ayuntamiento de Torrent (Valencia) ha formulado a sus ciudadanos durante el mes de julio. Lo ha hecho a través de una consulta popular: tres urnas, situadas en edificios públicos, han estado a disposición de los vecinos que han querido participar. La papeleta les daba a elegir entre diez nombres propuestos por el Consistorio. También podían sugerir una nueva denominación o pedir que se mantenga la actual.
El gobierno local, del PP, mantiene que se trata de una encuesta diseñada para aumentar la participación ciudadana. Pero la decisión adquiere un cariz político por las connotaciones ideológicas del término que se pretende eliminar del callejero. País Valenciano es el nombre utilizado por la izquierda para aludir a este territorio. Colectivos y partidos políticos desde el PSOE regional hasta IU, pasando por sindicatos y asociaciones culturales y de defensa de la lengua valenciana añaden a su nombre este apellido geográfico.
El gobierno local, del PP, mantiene que se trata de una encuesta diseñada para aumentar la participación ciudadana. Pero la decisión adquiere un cariz político por las connotaciones ideológicas del término que se pretende eliminar del callejero. País Valenciano es el nombre utilizado por la izquierda para aludir a este territorio. Colectivos y partidos políticos desde el PSOE regional hasta IU, pasando por sindicatos y asociaciones culturales y de defensa de la lengua valenciana añaden a su nombre este apellido geográfico.
El término alude también al nacionalismo y los nexos culturales y políticos con Catalunya que la izquierda valenciana defendió durante la Transición: "País es algo más que comunidad, es un territorio con una vertebración propia, con una identidad", explica Marc Candela, del sindicato STE-PV. Por su parte, la derecha regionalista alérgicos a todo lo que tuviera que ver con el vecino del norte apostó por el nombre Reino de Valencia.
Hablamos de Pais Valenciano, ni tan siquiera estamos hablando de los Països Catalans, cosa por otra parte bastante razonable en términos culturales y lingüísticos. En acusado contraste con sus correligionarios valencianos, el PP de Euskadi acaba de aceptar mantener el término Euskal Herria en el currículum educativo vasco como «realidad cultural y lingüística», siempre y cuando no se emplee para referirse a un marco político ni para «adoctrinar y manipular» a los jóvenes. Pero parece que el PP valenciano le ha cogido el gusto a los trajes a medida, a su medida.
En medio de tanta tontería me ha hecho gracia leer que la impulsora de esta iniciativa, la alcaldesa de Torrent, miembro también de la dirección autonómica del PP, se llama María José Catalá. Catalá..., ¿lo pillan? Justicia poética.
5 comentarios:
Imanol, aunque habitualmente estoy de acuerdo con tus opiniones, en este caso debo manifestar mi total desacuerdo con la parte en que comparas el PP de Euskadi con la inicativa de la Sra. Alcaldesa (por cierto, se apellida como le tocó en el registro)
Me resulta tremendamente de mal gusto hacer chistes con los nombres de cada quien, si eso se eleva a crítica política, como ya se ha hecho algunas veces, pues apaga y vámonos.
Creo que en este caso se puede tener la cuestión más en demerito de Basagoiti que en el de la alcaldesa Señora o señorita Catalá.
Saludos
Buenas noches, Rubin de Cendoya.
Lo del apellido no es mas que una humorada, nada mas, aunque creo que en este caso resulta de algún interés, precisamente por lo que tiene de confirmación de un espacio cultural y linguïstico que incorpora distintas realidades politico-administrativas, sin por ello eliminar la diversidad que también exista entre ellas. Cosa que pretende negar precisamente esa alcaldesa.
En cuanto a tu referencia a la posición del PP de Euskadi y tu preferencia por la postura adoptada por el PP valenciano, yo también discrepo contigo: del mismo modo que existe un espacio que llamamos Europa y que va incluso más allá de la realidad politica que supone la Unión Europea, o una Iberia que acoge dos estados como son Portugal y España, considero una obviedad reconocer la existencia de un espacio cultural -normalmente conocido como Euskalerria o Euskal Herria- que, como ocurre con los denominados Países Catalanes, dibujan objetivamente un territorio en el que se comparten determinados rasgos lingüísticos y culturales.
Otra cosa es la pretensión de los nacionalistas de saltar inmediatamente desde el reconocimiento de estas realidades culturales a la afirmación de realidades políticas supuestamente naturales.
Pero las sinrazones de los nacionalismos no se combaten con otras sinrazones.
Por supuesto, es solo mi opinión.
Un saludo.
Imanol, mi más absoluta ignorancia me lleva a desconfiar de ese todo cultural que unifica Alicante y el Languedoc, pero que al mismo tiempo lo separa radicalmente de Murcia.
Ese ómnium tan de moda, me recuerda la clara diferenciación racial de hace muy poco más de un siglo, o menos, si contamos con los alemanes de la segunda guerra.
En mi corto conocer, ese todo de Euskalerría tiene muy poco recorrido sin la doctrina aranista, pero en fin, ahora toca la moda de la comunidad cultural, que siempre será más benigna que la racial.
Sabido es que los de las encartaciones siempre se han cambiado de muda al menos semanalmente, costumbre que nunca han tenido los de la cultura del valle de Oña.
Ya sé que es una exageración, pero se están cometiendo tantas atrocidades en el nombre de la cultura que uno anda ya escaldado.
Saludos
En cuanto al apellido, pelillos a la mar, pero a mi me resulta un mal síntoma, como cuando le afean a un etarra no tener apellidos euskéricos, o la víctima de eta que les afea la acción diciendo que el es vasco y no le van a echar de su tierra.
En fin, un accidente sin importancia alguna.
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