sábado, 26 de julio de 2014

Cuerpos

CUERPOS INÁNIMES

Dicen que en el PSOE están pasando cosas, cosas que tienen que ver el cambio, la renovación, el impulso y el futuro. Pero yo sólo veo más de lo mismo. Es por eso por lo que no he escrito nada al respecto, aunque he estado esperando la ocasión de hacerlo. Porque lo que veo es más de eso mismo que ha reducido al PSOE a la condición de cuerpo político inánime.
He escuchado a muchas y a muchos decir "hemos hecho cosas mal", pero a nadie aclarar a qué cosas se refieren. Y así no hay forma de renovar nada.

CUERPOS (Y ESPÍRITUS) DESTROZADOS

Lo denuncia sin tapujos Yehuda Saúl, exsoldado y fundador de la ONG israelí Breaking the Silence: "Mis amigos y yo aprendimos como soldados a ver a cada palestino como a un enemigo, y por tanto un objetivo legítimo"
Lo que está ocurriendo en Gaza es terrible. Sólo tiene una denominación: terrorismo de estado, o genocidio, o crimen contra la humanidad.
En 1988 el profesor de la Universidad de Tel Aviv Elie Barnabi escribía un ensayo titulado Carta de un amigo israelí al amigo palestino (Muchnik Editores, Barcelona 1989) en el que se hacía la pregunta que todas y todos nos hacemos, y para la que no encontramos respuesta: "¿Cómo pudo la sociedad judía, en principio más sensible que cualquier otra a las injusticias, por su propia experiencia histórica y a la vista de los principios en los que pretende fundar su Estado, cómo pudo llegar a esto?".
Porque lo cierto es que la "limpieza étnica de Palestina" denunciada por el historiador israelí Ilan Pappé continúa hoy, y no ha cesado desde 1948. 
Son los activistas por la paz como Saúl, los académicos como Pappé o Barnavi, los artistas como Barenboim, los que vuelven radicalmente injusto cualquier atisbo de antisemitismo cuando de denunciar las matanzas en Gaza se trata. Pero nadie puede escudarse en el rechazo del antisemitismo para no alzar su voz contra esas injustificables matanzas.

CUERPOS EXTRAÑOS



Acabo de terminar Los cuerpos extraños. Bevilacqua me recuerda cada vez más al Alatriste de Pérez Reverte. En el siglo XVII el soldado de fortuna, en el siglo XXI el brigada de la Guardia Civil, la sociedad española de entonces y de ahora no parece haber cambiado en lo fundamental.
Este párrafo, ya al final del libro, me ha llevado a pensar en ese otro político que en 34 años no ha encontrado el momento oportuno para regularizar sus cuentas.

"De todos modos, las cosas no pintaban bien para él. Desmintiendo esa imagen de heterodoxo benefactor del común que había intentado proyectar durante su detención, la investigación de su patrimonio detectó cuentas en las islas del Canal y en Suiza, en las que guardaba la sustanciosa retribución que le había correspondido por favorecer con discreción y eficacia los negocios de la red criminal. Él venía a ser su carta de más peso, la que reservaban para engrasar y favorecer operaciones estratégicas como el casino que había frustrado la rocosa fidelidad a sus ideas de aquella alcaldesa. A alguno le sorprendería el contraste entre los persuasivos discursos de Grau en torno a la regeneración de la política y aquel gesto obsceno de llenarse el bolsillo. No a quien, como yo, llevaba ya unos cuantos años viendo a los seres humanos mentir con desparpajo y rotundidad sobre casi todo".


CUERPOS CANSADOS

No digo ni que sí ni que no.
En principio, y aunque aún me quedan dos o tres días de curro la semana que viene, esta es la despedida hasta dentro de unos cuantos días, unas cuantas ascensiones, unas cuantas cervezas y unas muchas lecturas.
Pero vete a saber...

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